El adiós de un grande: Gómez Noya
Todos los años deparan una extensa lista de deportistas que anuncian su retirada con nombres relevantes. En el presente, y a la espera de que el último trimestre añada algún otro ilustre, la relación vuelve a rebosar calidad. El hecho de que España haya atravesado su Edad de Oro en el arranque del siglo provoca que muchos de sus protagonistas afronten ahora el final de sus carreras. Este 2024 dicen adiós Rudy Fernández, Marc Gasol, Garbiñe Muguruza, Jesús Navas, Sergio Rodríguez, Joan Cañellas, Viran Morros, Cristian Toro, Víctor Claver, Pablo Herrera, Melani Costa, Nerea Pena, Cristian Ugalde, Sete Benavides… Todos ellos campeones del Mundo o de Europa, medallistas olímpicos, triunfadores en la élite de sus diferentes disciplinas… La última incorporación al listado ha sido Javier Gómez Noya, uno de los mejores triatletas de la historia, cinco veces campeón mundial, más que ningún otro en el planeta.
Sólo Iván Raña y Mario Mola, entre los españoles, han logrado también coronarse con ese título, pero Noya se alza varios peldaños por encima, entre otros detalles porque conquistó la ansiada medalla olímpica del triatlón español, plata en los Juegos de Londres 2012, un podio que siempre parecía al alcance de este deporte por sus resultados en otros campeonatos, pero luego siempre se escapaba, por unas razones u otras. Los duelos de Noya con los hermanos Brownlee, Alistar y Jonathan, forman parte igualmente de la leyenda del triatlón. También recibió el Princesa de Asturias en 2016. Fue un premio para todo el triatlón nacional, personalizado en Gómez Noya, que logró elevarlo a su máxima expresión. Quizá no ha tenido el carisma de otros insignes en España, pero es justo reconocer que se va uno de los grandes de la historia. Sombrerazo, Javi.