Eguibar vuelve a mandar

El 1 de marzo estaba marcado en rojo en el calendario de los deportes de nieve españoles. Lucas Eguibar defendía su oro de campeón mundial de snowboard cross en los Campeonatos de Bakuriani, en la misma fecha en la que Queralt Castellet tenía que refrendar su pase a la final de half pipe. No ocurrió ni una cosa, ni la otra. Los dos eran candidatos al podio, pero sucumbieron a las primeras de cambio. Queralt no superó, sorprendentemente, la clasificatoria. Y Luki sufrió una caída en la serie inicial. Ambos habitan, sin discusión, en la élite internacional, pero sus disciplinas pueden resultar imprevisibles. La confirmación de que aquello sólo fue un accidente está en que, diez días después, Eguibar se ha aupado al liderato de la Copa del Mundo, tras ganar una prueba y quedar segundo en otra el pasado fin de semana en Sierra Nevada, una estación que siempre se le ha dado especialmente bien.

Miércoles y jueves vuelve a competir en Veysonnaz, otra sede talismán en su palmarés. Luego restarán otras dos carreras en Canadá. A falta de tres citas puntuables, Eguibar encabeza la Copa, que ya conquistó en 2015. Aquel primer Globo de Cristal fue muy diferente. Luki era un joven de 21 años que aspiraba a comerse el Mundo. No se le ha dado mal desde entonces: tiene un oro y dos platas mundiales, y dos diplomas olímpicos en tres participaciones. Pero también ha vivido los sinsabores del deporte, la cara más amarga, una dolorosa lesión de espalda que le anuló en 2022 y le situó al borde de la retirada. Este nuevo Eguibar, recuperado físicamente y con la experiencia de sus 29 años, se codea otra vez con los mejores, a la par que tira del carro de los más jóvenes, entre los que destaca Álvaro Romero. La clasificación está apretada, la igualdad es tremenda, pero lo importante es que el vasco vuelve a ser competitivo… Y vuelve a mandar en el cross.