Diploma olímpico para Eguibar
El donostiarra quedó eliminado en las semifinales de snowboard cross y acaba los Juegos en el 7º puesto. "Ahora mismo tengo sentimientos de todo tipo", reconoce.
Las cosas no comenzaban bien para Lucas Eguibar en la ronda de preclasificación de snowboard cross en el Parque de Nieve Genting de Zhangjiakou. 17º puesto para el donostiarra de 28 años, lugar que le obligaba a salir de nuevo en la manga 2 ya que quedaba fuera de los 16 que ya tenían puesto determinado en las eliminatorias. Esfuerzo extra para un vigente campeón del mundo de la especialidad que explicaba a la perfección en la previa los detalles que cambian todo en un instante: "Es un deporte muy alocado, parto en desventaja por algunas curvas, especialmente la 5, que perjudican a los 'goofy' como yo (riders que llevan el pie derecho en la parte delantera, mientras que los regular van con el izquierdo), pero voy a luchar todas las mangas hasta el final".
Eguibar que, eso sí, reconocía que la pista china le gustaba "mucho, es muy larga y muy exigente, aunque llegas destrozado a la meta" también incidía en sus problemas de espalda: "Entreno con dolor, compito con dolor, pero es mucho más llevadero". El rider español, tras una segunda bajada en la que se dejó ir después de un fallo en la salida, quedaba finalmente en el puesto 21º y encuadrado en el cruce 3 de los octavos de final frente a tres huesos durísimos incluyendo un subcampeón olímpico en Pyeongchang 2018 (el australiano Jarryd Hughes). Ahí empezaba de verdad el desafío y la búsqueda del gran objetivo, sumar la sexta medalla de España en unos Juegos de Invierno, la segunda en Pekín y también la segunda del día tras la plata conseguida por Queralt Castellet, la maga de Sabadell, en snowboard halfpipe.
Los alemanes Martin Noerl (tres victorias en seis pruebas de la Copa del Mundo y actual líder) y Paul Berg eran el muro a derribar ya que el aussie, también regular como los germanos, no parecía estar en su mejor forma. Al menos uno de los dos para avanzar a cuartos de final y Eguibar salió a la pista con la mirada de 'killer'. Perfecta salida y marcaje a Noerl con los otros dos rivales por detrás. El momento más duro llegaba en la curva 5, la que castiga tanto a los 'goofy', pero el rider vasco estaba muy centrado, pese a que Hughes se iba al suelo y casi le tocaba. Lucas aguantaba de forma magistral la posición y entraba en meta segundo, tras Martin, obteniendo el billete para cuartos de final.
Si la primera ronda eliminatoria se presentaba complicada, qué decir de la segunda. El más difícil todavía. Además de repetir enfrentamiento con Noerl llegaban dos tiburones al portillón de salida: el estadounidense Dierdoff y el austriaco Haemmerle, el último rival al que superó el donostiarra para ser campeón mundial en Suecia en 2021. Cuatro excepcionales competidores para sólo dos billetes de semifinales. La suerte que reclamaba el español apareció en el momento más difícil. Tras un inicio en el que se atrancó y le relegaba a una última plaza que le obligaba a una heroica remontada llegó el milagro. Noerl y Dierdoff se tocaban y se iban al suelo dejando el camino expedito al austriaco... y a Eguibar que se metía en las semifinales asegurando el diploma olímpico, el undécimo para un deportista español en Juegos de Invierno. Pero quería más.
En la penúltima ronda esperaban el mencionado austriaco y los dos jóvenes más talentosos del momento en el snowboard cross: el canadiense Grondin y el francés Surget. De nuevo se quedó en los primeros metros y el ritmo salvaje de Grondin y Haemmerle le impidió siquiera acercarse, lo mismo que le sucedió al otro 'goofy', Surget. Adiós al sueño de la medalla, pero por delante tenía otro reto: mejorar el séptimo puesto de los Juegos de Sochi 2014. En la final de consolación, Eguibar terminaba 3º después de un enorme susto al irse al suelo tras tocarle el italiano Leoni. Por tanto, 7º final igualando el resultado de Rusia hace ocho años. El oro fue para el austriaco Haemmerle (por dos centésimas), la plata para el canadiense Grondin y el bronce se lo llevó el italiano Visintin. Cuarto finalizaba el austriaco Lueftner, el único 'goofy' en la final.
"Ahora mismo tengo sentimientos de todo tipo. Preveía una competición difícil y lo que he conseguido es estar a la altura. El camino hasta llegar a Pekín ha sido muy duro por la espalda y veía que no llegaba. Haber estado luchando aquí en los Juegos para mí es importante", valoraba Eguibar a los medios, vía zoom, su participación. Y explicaba algunos problemas extra: "En cuartos de final tenía medio rota la fijación y he tenido la suerte de que la caída de dos rivales me metía en semifinales".
"Ahora sólo pienso en llegar a España y descansar. Tengo que ir a ver a los médicos en Madrid para revisar la espalda que me he hecho daño".
El donostiarra también reconocía que la puesta en accción no había sido la mejor: "El extremo de la salida por el que he ido partiendo en cada eliminatoria era un poco más difícil, además de ser el más alejado de la primera curva. He visto vídeos y muchos de los que salían por ahí han tenido problemas. La salida era muy técnica y es verdad que se me ha atragantado un poquito". Por último, al hablar del futuro era muy directo: "Ahora sólo pienso en llegar a España y descansar. Tengo que ir a ver a los médicos en Madrid para revisar la espalda que me he hecho un poco de daño en la caída de la final de consolación".