Dudas y certezas de la gira
El sino del Madrid es reinventarse y una vez más toca una metamorfosis. Habiendo superado la era Cristiano con la evolución de Benzema, ahora toca construir un ataque nuevo, una estructura distinta para la fase ofensiva del juego. El gran cambio respecto al último año es la posición de Vinicius, alejado de la banda para estar más centrado, con lo que, supuestamente, está más cerca del gol. Es indudable que el brasileño va a tener más oportunidades y debería ir afilando su definición, pero sin su vértigo en la izquierda el equipo pierde su principal salida en ataque.
Cuando el brasileño encaraba incansablemente la banda derecha del rival, facilitaba todo el juego ofensivo. Vini ocupa ahora a menudo posiciones centrales y deja su banda desocupada, lo que obliga al lateral, Mendy o Fran Gracía, a llegar a la línea de fondo para buscar ese centro definitivo. No parece, a priori, que puedan acercarse a la producción de peligro del brasileño. Quizás sería conveniente que Bellingham se acostumbre a llegar más al área, ocupando más posiciones de remate, siendo más Benzema que Modric, pero esa evolución indudablemente va a necesitar tiempo.
Por otra parte, con este sistema, al equipo se le ha visto con problemas en el repliegue defensivo, sobre todo cuando están los veteranos en el medio, y le han pillado en algunas contras. Lo mejor, sin duda, es el poderío físico que transmite la plantilla y que mantiene el optimismo en lo que puede terminar siendo esta evolución.