Dos caras diferentes
El Real Madrid consiguió la victoria en el tiempo extra tras mostrar dos caras diferentes en el choque ante el Getafe. Un primer acto donde los de Bordalás plantearon un plan defensivo en 1-4-4-2 con el bloque en muy pocos metros, dificultando así el juego interior de los de Carletto y con la línea bastante adelantada para incitar a buscar la profundidad de manera directa como solución. Ahí se produjo un atasco en el juego de ataque. Demasiados toques al balón por cada jugador, poca movilidad y escasas ideas. Solo las conducciones de Rodrygo y Bellingham generaban algo de inquietud en el Getafe.
En la segunda parte, y con la entrada de Kroos al campo, el equipo y el juego fueron otros. Velocidad, mordiente, intención y agresividad para generar lo suficiente para haber solucionado el resultado, pero Soria estuvo sublime hasta el error que acabó en el gol de Jude. El inglés consigue otra diana repleta de olfato y de intuición dentro del área, de continuar y de tener fe. Suma y sigue.