Djokovic y Alcaraz se calcan
Los dos grandes favoritos, el campeón y el aspirante, ya han debutado en Wimbledon, con estrenos prácticamente calcados. Novak Djokovic batió el lunes a Pedro Cachín por 6-3, 6-3 y 7-6, en dos horas y 12 minutos. Carlos Alcaraz venció este martes a Jérémy Chardy, un día después, por 6-0, 6-2 y 7-5, en una hora y 53. Los dos lograron victorias solventes en un partido de más a menos, que se les enredó en el último set, donde ambos, nueva casualidad, cedieron un break. Hasta ahí llega, de momento, la comparación, porque las circunstancias de los dos tenistas que se están alternando este año al frente del ranking mundial son muy diferentes.
Djokovic, de 36 años, siete veces ganador en All England, cinco de ellas consecutivas, no sólo rivaliza con el cuadro actual, sino con un escalón más alto, casi divino, la propia Historia del deporte. Si vuelve a coronarse en la catedral del tenis, Nole empatará los ocho trofeos de Roger Federer, el más grande sobre hierba, y los 24 títulos de Grand Slam de Margaret Court, el único peldaño estadístico que le resta para consagrarse como el mejor de todos los tiempos.
Alcaraz juega por tercera vez en Wimbledon, pero es la primera vez que lo hace como cabeza de serie, y también como número uno de la ATP. El español, de 20 años, está ejecutando este mes un curso intensivo sobre hierba, que de momento supera con nota sobresaliente, tras su triunfo en el prestigioso Queen’s, cuna de campeones. De allá salió tocado del muslo derecho, que le obligó a una preparación entre algodones, pero aparentemente ya está recuperado de aquellos males. Su objetivo es continuar el aprendizaje con horas de juego, tampoco demasiadas para no alterar el físico, y alcanzar el nivel suficiente para optar a su segundo grande, un viaje que seguramente pasaría por retar a Djokovic en la final. Los dos pisan firme de inicio hacia la meta: el 16 de julio.