Djokovic sigue aquí

Novak Djokovic sigue aquí. En realidad, nunca se había ido. Su tenis permanecía en su raqueta, sólo necesitaba un escenario donde poder exhibirlo. Sí ha estado ausente en diferentes tramos del año por razones que tienen poca relación con el deporte, pero que han impactado directamente en sus resultados de la temporada. Su negativa a vacunarse contra el coronavirus le ha dejado fuera de dos de los cuatro Grand Slams, el Abierto de Australia y el US Open, y de cuatro de los ocho Masters 1.000, los que se disputan en Norteamérica. Es decir, Nole sólo ha competido en la mitad de los grandes torneos del año. Demasiada desventaja. Aun así, ha logrado ganar cinco títulos, tantos como el que más, que ha sido Carlos Alcaraz, el flamante número uno. Y cierra la campaña con una de las joyas de la corona, las ATP Finals, un trofeo que inscribe en su palmarés por sexta vez en su carrera, con lo que iguala a Roger Federer. Otro récord del suizo devorado por el serbio.

Con este calendario castrado era prácticamente imposible que Djokovic sobreviviera en los primeros puestos de la clasificación mundial, pero para colmo vino la guerra de Ucrania, que también le afectó de forma colateral. No se libra de nada. La ATP quitó los puntos a Wimbledon por el veto británico a la participación de los tenistas rusos. Así que Novak se quedó sin los 2.000 que había recolectado en 2021 y no pudo sumar los 2.000 de su triunfo de 2022. Ha sido un año raro para Djokovic, se mire por donde se mire. También para el tenis. Pese a ello, ha podido salvarlo con bastante gallardía. Incluso con brillo. Su título de maestro en Turín nos ha recordado que sigue listo para la batalla. Al máximo nivel. Y volverá en 2023... sin fronteras cerradas.