Djokovic acecha a Nadal
Nick Kyrgios había ganado a Novak Djokovic en sus dos enfrentamientos anteriores, en Indian Wells y en Acapulco, pero nunca se habían cruzado en una final, y tampoco en un Grand Slam, dos territorios en los que el serbio se crece, como bien demuestra su historial. Por algo es el segundo tenista que más majors luce en su palmarés: en concreto, 21. El líder del escalafón, ya saben, se llama Rafa Nadal, que lidera este galáctico récord con uno más que su infinito rival. Hace tiempo que cada raquetazo de estos dos campeones están dirigidos a mucho más que a ganar un torneo, sino a un fin superior que es aumentar su leyenda, ocupar el trono del más grande, reinar en la eternidad… Por eso la final de Wimbledon tenía una trascendencia extra, porque los seguidores de Nadal, y me atrevería a decir que el propio Rafa, jugaban este domingo con la empuñadora de Kyrgios. El australiano nunca se había visto en un escenario tan elevado, pese a su rebosante clase. Y se notó durante el partido, donde intentó contener al malote que lleva dentro, aunque no siempre pudo. Es su naturaleza.
Djokovic acecha a Nadal tras su 21º grande. Hay voces que recuerdan que el serbio no pudo jugar en Australia por el veto de la organización, y que seguramente tampoco podrá hacerlo en el US Open por su negativa a la vacunación. Dos ausencias que, en teoría, colocan en desventaja a Nole. El argumento es injusto. Por un lado, porque sus decisiones médicas son una opción personal, nadie le obliga. Y, por otro, porque Nadal también se ha perdido más de un Grand Slam. El año pasado, sin ir más lejos, no compareció ni en Wimbledon, ni en el US Open, por problemas físicos. Y en este ha tenido que retirarse de la hierba londinense por la misma razón. El duelo por la Historia se disputa con todo tipo de condicionantes, los que marca el destino… Y cada uno aprovecha su momento.