Descuento fatal en El Plantío
Descuento fatal. En la última jugada del partido, un gol inesperado de Álex Sancris tumbó al Zaragoza en El Plantío y le descabalgó del liderato. El equipo aragonés hizo méritos para traerse un empate, pero acabó pecando de blandura y suma su primera derrota del campeonato. Y eso que Poussin se redimió de sus pecados de la temporada pasada y le detuvo hasta dos penaltis a Curro Sánchez.
Víctor Fernández resolvió con Toni Moya la notable ausencia de Keidi Bare y acentuó su atrevimiento con la presencia en el once del discontinuo Adu Ares a pierna cambiada, dejando la banda derecha para Liso, que no dejó nunca de amenazar con su verticalidad y su disparo. Todo lo contrario que Ares, el único que desentonó.
El Zaragoza no especuló y salió con personalidad a por el partido, con su clásica presión alta y sus veloces transiciones frente a un rival que lo fía todo, y con destacado éxito en El Plantío, al fútbol directo y al balón parado. En una primera parte de dominio alterno, al equipo aragonés le faltó algo de mayor decisión en los últimos metros, pero aun así obligó a Cantero a salvar hasta cinco disparos de gol, mientras que Poussin sólo tuvo que intervenir una vez hasta que llegó el ‘penaltito’ de Marc Aguado a Edu Espiau a un minuto del descanso. Un penalti que Poussin le detuvo hasta en dos ocasiones a Curro, la mejor medicina para un portero que sigue espantando los fantasmas que le persiguieron hace un año.
En vista de que Ares no se sacudía el despiste, Víctor dio entrada a Bermejo al poco de comenzar la segunda mitad, un periodo en el que Zaragoza dio un paso adelante y pudo adelantarse en el marcador con un cañonazo al larguero de Toni Moya, que cumplió con creces como relevo de Keidi Bare. También el Burgos se soltó con un par de claras ocasiones y el encuentro acabó de abrirse en la última media hora con un ida y vuelta continuo, sin pausa, aunque con una nueva gran oportunidad de Bazdar, que pudo decidir el duelo tres minutos antes de que Sancris firmara la victoria local.