Desconexión antes de la gran batalla

No es la primera vez que el Almería, colista con números de récords negativos, demostraba, como ya ocurrió ante Real Madrid y Athletic, que si no estás metido en el partido los noventa minutos, te puede dar un disgusto. Y eso que los del Cholo empezaron el encuentro con nervio siendo los únicos protagonistas, presionando arriba y manejando el partido a su gusto. Una extraordinaria jugada de Reinildo la certificaba Correa con un buen remate de primera y tras ello llegaron dos jugadas claras que podrían haber supuesto la puntilla para los de Garitano.

Pero es ahí donde de nuevo una desconexión de revoluciones propició que los almerienses empezaran a divisar a un Oblak que sucumbió a dos latigazos de un Luka Romero que si le mete temple en sus tomas de decisiones, puede hacer cosas importantes en el fútbol. La segunda fue un plagio de la primera, de nuevo control rojiblanco, buen gol de De Paul y desconexión. A pesar de ello, dos oportunidades clarísimas de Morata que podrían haber dado con los tres puntos en el casillero rojiblanco. Partido entre medias de la gran batalla del jueves que no es fácil de gestionar, y que si no tienes continuidad en la concentración e intensidad, cualquier equipo te puede complicar. Y hay algo que es evidente esta temporada: fuera del Metropolitano sigue haciendo mucho frío.