Demasiadas ganas de jubilar a Modric
Dijo recientemente Pedja Mijatovic en el ‘Carrusel Deportivo’ de la Cadena SER que Luka Modric andaba mosqueado con sus reiteradas suplencias en este arranque de temporada y, visto su fútbol y su físico, al croata no le falta razón. Observo en el ambiente (y en el club) demasiadas ganas de jubilar a un futbolista de época al que Carlo Ancelotti le está mirando más el carnet de identidad que el rendimiento en el tapete a la hora de ponerle en el once. Es una evidencia que rozando los 40 años aguantar dos partidos semanales de máximo nivel es una utopía, pero dejar en el banco de los suplentes a Modric en los choques de máxima exigencia es un delito futbolístico.
El cuerpo técnico tendrá que encontrar momentos a lo largo de la temporada para darle un respiro, pero cuando aparezcan los grandes retos Luka tiene que estar en el campo. Entró al Clásico cuando el Barca todavía era superior y cambió la dinámica del partido dando más posesión y mejor salida de pelota a un equipo que estaba sufriendo mucho para generar situaciones de peligro. Con todo ganado y el bolsillo lleno, Modric sigue torciendo el gesto cuando pierde protagonismo y se rebela como sólo lo saben hacer los grandes: cerrando la boca, apretando los dientes y dejando claro que los que apuestan por su jubilación tendrán que esperar.
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