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Robert Hernando

Dejad ya de j.... con la pelota

Escribió Serrat en su canción “Esos locos bajitos” aquella mítica frase de “Niño, deja ya de joder con la pelota”. Oración que define perfectamente lo que lleva haciendo el RCD Espanyol en Catalunya de un tiempo a esta parte, apareciendo constantemente entre los organismos oficiales del poder establecido en lo político, lo social y lo mediático como el patito feo, el verso suelto, el perro verde.

Esa rareza característica y, casi normalizada el Espanyol lejos de haberla desdeñado en muchas ocasiones la hemos utilizado como acicate para resaltar la grandeza del sentirse discordante, fuera de la tribu, al otro lado del río. Eslóganes institucionales como: “La casa de los rebeldes” o “Maravillosa Minoría” así lo acreditan. Ser y sentirse del Espanyol es un sentimiento de pertenencia que va más allá del fútbol en particular y del deporte en general.

El descenso es el mejor termómetro para comprobarlo. La actitud rebelde ante tal desgracia deportiva de los jóvenes y niños pericos que muchos tenemos cerca es encomiable. Una generación la del RCDE Stadium que, además, del espejismo de la clasificación europea con Rubi solamente ha sufrido penurias, entre ellas nada más y nada menos, que dos descensos en tres años de los seis que ha vivido un club histórico que siempre ha sido santo y seña de la Primera División española.

“Ser y sentirse del Espanyol es un sentimiento de pertenencia que va más allá del fútbol y del deporte”

Robert Hernando

Obviando las decisiones arbitrales que han mermado flagrantemente la capacidad de lucha del equipo esta temporada. Ahora, toca mirar hacia adelante, Chen sabrá si debe o, más bien, le conviene, vender la entidad a otro grupo inversor, pero sinceramente lo normal es que con el valor accionarial que se dilapida en Segunda el presidente y propietario espere, en todo caso, a volver a subir a la élite, cuando menos la primera y, esperemos que última temporada, que el Espanyol tendrá el mayor presupuesto de la categoría.

Hay que construir un proyecto nuevo en lo social y lo deportivo, aumentar la representación institucional y la implicación en el día a día del club con personas que tengan pedigrí perico acreditado y conozcan bien la naturaleza de la afición y el sentimiento blanquiazul. También es prioritario recuperar poder en las instituciones como LaLiga o la RFEF, para evitar que nos ninguneen constantemente sin consecuencias.

Robert Hernando, en febrero, durante la presentación de su libro 'El cáncer, partido a partido'.
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Robert Hernando, en febrero, durante la presentación de su libro 'El cáncer, partido a partido'.RCDE

En lo deportivo la nueva empresa debe girar en torno a Luis García, utilizar el descenso cómo catarsis para ser el club que queremos y necesitamos ser, crear patrimonio en la cantera y devolver el orgullo herido a la grada. El asturiano tiene que haber llegado para quedarse y marcar una época en el Espanyol por muchos años. Si los que mandan no son capaces de darle las herramientas necesarias para que se encuentre lo más motivado y apoyado que sea posible, volverá todo a ser un desastre. El único miedo es que lo engañen como a sus predecesores, aunque Luís tiene algo que no tenían los demás, un carisma entre la hinchada blanquiazul como pocos y una guarda pretoriana que va a estar a su lado codo a codo cual ejercito romano.

Son horas duras, momentos complicados en los que toca llorar y tragar saliva al hombro del compañero malherido. Sin embargo, que nadie dude jamás que mientras en esta tierra nuestra habite un sólo corazón perico el Espanyol siempre será ese niño que nunca “dejará de joder con la pelota” le joda a quien le joda. (sic.)

Robert Hernando es escritor y exconsejero del RCD Espanyol