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De Nostradamus a Messi

En la semana de Carnaval, la gente de Cádiz ya tiene más material para dedicar una de sus chirigotas al FC Barcelona. El escándalo por el pago continuado a Enríquez Negreira como asesor en los arbitrajes es un mazazo —uno más— para la reputación moral de un club que lleva varios años hecho unos zorros, con una afición tan inocente como ofendida. Aunque los pagos se remonten a más de dos décadas, quien lo sufrirá más es la gestión de Joan Laporta y su proyecto actual, justo ahora que con Xavi volvía el buen fútbol. Quizá solo sea casualidad, pero resulta inevitable asociar la noticia con las declaraciones de Jorge Messi sobre su hijo: “No creo que vuelva a jugar con el Barça. No se dan las circunstancias”.

La frase de Jorge Messi suena más contundente de lo que es en realidad, porque en el fútbol las circunstancias pueden cambiar en un minuto, y algún día no lejano Messi deberá decidir si quiere cerrar su carrera con un adiós sentimental en el club de su vida… Disfrazado de Nostradamus en Carnaval, pues, mis predicciones dicen que se acercan meses decisivos. Por un lado está la vuelta de Champions frente al Bayern de Múnich, donde el PSG llega con esa derrota por 0-1: en caso de eliminación, una vez más, el desencanto podría llevar a Messi a no renovar con los franceses. Asimismo, el próximo fin de semana empieza la liga de Estados Unidos y se irá viendo qué puede ofrecer el Inter Miami para atraerle al equipo. El timing es ideal: llegar en julio a la liga americana le permitiría jugar ahí media temporada y una más, entera, hasta diciembre de 2024, algo que a su vez le iría bien para aclimatarse al país donde se celebrará la Copa América, en verano del 2024, con su posible adiós con la selección argentina. Le quedaría entonces media temporada libre, a partir de enero del 2025, para volver a Barcelona y jugar hasta retirarse, al cumplir los 38 años. ¿No suena tan difícil, verdad? Lo que ya no consigo predecir como Nostradamus es qué ocurrirá con Joan Laporta y sus circunstancias.