Con un milagro fue suficiente

La Lazio llegó al Metropolitano sin miedos ni agobios, con la posibilidad de lograr un objetivo histórico (solo ganó un grupo de Champions una vez) y ningún riesgo en caso de derrota. En Madrid, sin embargo, dio la sensación de ser un equipo satisfecho con el pase a octavos, que su entrenador definió “un milagro”, sin la solidez que necesitaba para dar la sorpresa. El conjunto romano sabía que batir a un Atlético procedente de 19 triunfos seguidos en su estadio era una hazaña. Y su noche, además, se complicó tras apenas cinco minutos. Conceder el 1-0 tan pronto armó el partido perfecto para los colchoneros, que pudieron cerrar líneas, esperar al rival y golpear aprovechando los espacios. El mejor momento de los romanos, quizás, fue justo la reacción tras el primer gol, cuando un par de iniciativas de Zaccagni merecieron más suerte. Los de Sarri habían dado buenas señales, pero comenzaron la reanudación cometiendo el mismo error de la primera y Lino, imparable esta noche, firmó la sentencia.

A Sarri, que sorprendió en su delantera saliendo de inicio con Pedro e Immobile, no le quedó otra que centrarse en los próximos compromisos, utilizando los cinco cambios antes del 70′ para ahorrar energías. Había que pensar en la Serie A, donde una Lazio casi perfecta en Europa no termina de despegar. La búsqueda de nuevos milagros se reanudará en febrero.

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