Con la maravillosa actitud de Griezmann
De nuevo, esta vez en la Copa del Rey y contra un dignísimo Almazán que cerró la primera parte de una temporada partida por Qatar, Antoine Griezmann dejó clavada la bandera de la honestidad en un campo del fútbol. Como ya hace en LaLiga, en la Champions o en la fase final de un Mundial, el francés no escatimó un centímetro de esfuerzo en Los Pajaritos. Pocos jugadores en el mundo tienen su compromiso. Al francés le da igual que sea en una alfombra roja o en un tapiz verde, que estén acreditados 200 o diez periodistas, que la moda para tapar decepciones sea la de mundialitis aguda. Griezmann con su actitud desmontó y nos emocionó a todos los que nos gusta la honradez. Lo hace de manera habitual. Siempre.
En estos tiempos de confusión rojiblanca, no encuentro mejor imagen que la de Antoine para renovar el carnet de ilusión de los atléticos para el 2023. Recuerdo imágenes de los spot en tiempos convulsos. Mi foto en aquel cartel en el infierno de Segunda, o el del Mono Burgos saliendo de la alcantarilla escenificando la vuelta a Primera. Ya estamos aquí… Nadie mejor que la figura de Griezmann en los momentos de mayor confusión de la era del Cholo para recordar todos esos pasos a seguir para recuperar esas señas de pertenencia de todo el equipo del Cholo.
La pasión por unos colores. La honestidad por una profesión. El compromiso por una afición. Todos a una como tantas otras veces. A mi cabeza otra frase, ahora del Niño que llegó cuando yo me iba, Fernando Torres. “Lo importante es levantarse”. Y el Atleti siempre lo hace. El Atleti debe hacerlo después de Qatar. Agarrado a esa foto cholista que es Griezmann: “El esfuerzo no se negocia”. Señala el único camino a seguir.