Clásico en New Jersey: Masia contra Vinicius
El fútbol, que compite con Dios en omnipresencia como nos descubre Nicolás Casariego en su imponente ‘Rayografía’, se cuela incesantemente en estas fechas olímpicas. No sólo en los propios Juegos, donde llama la atención con sus alborotos indeseados y sus descuentos desorbitados. También reclamó nuestra atención con su Clásico de verano en Estados Unidos, que empieza a ser un clásico en sí mismo, pues se va convirtiendo en cita. Esta vez llegaba con una novedad importante, la presencia del alemán Flick en el banquillo del Barça, y ya puede presumir de haberle ganado al Madrid.
Presión firme y muy adelantada y el olfato de gol de Pau Víctor, eso fue lo que mostró el nuevo jefe del banquillo del Barça y lo que le llevó al 2-1 final. No deja de asombrar la continua producción de jóvenes talentos de la cantera culé, que viene sirviendo al club para tapar muchos agujeros en esta época de vacas flacas. Hay quien se pregunta si no se acelera demasiado el ascenso al fútbol adulto de estos chicos, si no será eso la causa de tantas lesiones graves o mal curadas, porque los casos son numerosos: Ansu Fati, Pedri, Gavi, Balde, éste reaparecido en esta gira… Pero salen, y Pau Víctor fue el hombre del partido.
En el Madrid gustó la primera parte de Güler, un muchacho que quiere tirar la puerta. De la Eurocopa volvió prestigiado y esta pretemporada va a ir a por todas. Pero, dentro de un aceptable tono general (bien Modric a los mandos), lo mejor de todo lo puso Vinicius, que compareció con un solo entrenamiento y alborotó el partido, aunque no consiguiera dar la vuelta al marcador, Ter Stegen mediante. Sergi Domínguez y Héctor Fort pasaron las de Caín con él. Fue, junto a Pau Víctor y la tormenta que interrumpió el primer tiempo durante hora y media (allí no se bromea con los rayos), la noticia del encuentro.