Cambios prescindibles, cambios imprescindibles

Hay cosas del fútbol que no entiendo y que podrían adaptarse a los tiempos presentes. En esta semana de partidos europeos veremos calentar en la banda a cinco jugadores por equipo. El sábado, en el encuentro del Atlético de Madrid contra Las Palmas, Simeone hizo cuatro cambios a la vez, y como en España la reglamentación a día de hoy dicta que solo pueden calentar tres jugadores por equipo, vimos la curiosa imagen de tres haciéndolo en el campo y el cuarto, ‘furtivamente’ en el túnel de vestuarios, ya que no podía hacerlo en el terreno de juego.

Es decir, para entendernos mejor, en el Atlético el sábado solo podían calentar tres y este martes, cinco. ¿No será más fácil, ahora que existen cinco sustituciones y no tres, modificar el reglamento en España y dejar calentar a cinco a la vez?

Otra cosa que deberíamos incorporar en el reglamento, desde mi punto de vista, es la posibilidad de hacer un sexto cambio por conmoción cerebral, algo que ya están poniendo en práctica unos cuantos países de todos los continentes. Es una medida razonable que evitaría un problema a los médicos y a los entrenadores.

La norma es clara y justa: si un equipo se acoge al sexto cambio por conmoción, su rival también tiene derecho a ese cambio. Otra norma que se aplica fuera y aquí todavía ni nos lo planteamos.

Cambiamos el reglamento cada año para hacerlo más difícil de entender tocando y modificando normas que el fútbol no pide y, en cambio, cosas de sentido común que en mi opinión beneficiarían a los profesionales no las ponemos en práctica.

Y ya puestos a pedir, todo el mundo coincide en que la final de Copa del Rey es la fiesta mayor del fútbol nacional. ¿No creéis que el último partido de la temporada tendría que ser siempre esa final y no meterla casi clandestinamente en abril?