NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Camavinga, el chico de oro

Esta vez al Madrid no le bastó el físico para doblegar al Atlético, como sucedió en Arabia. La derrota en Copa llega en un momento eufórico para el equipo de Ancelotti, que como el técnico estaba en una nube. Un frenazo en seco que no debe servir más que para tomar un nuevo impulso de cara a las dos competiciones grandes, la Liga y la Champions. No se trata de repartir culpas, fue un partido vibrante de principio a fin. Bellingham volvió a ser el faro del equipo, quizá su mejor partido desde que llegó al Madrid. El inglés va a mejor en la influencia que tiene en el juego, algo que parecía imposible, aunque no encuentre portería desde el 17 de diciembre.

Es una pena también que la derrota deje en un segundo plano la irrupción de Camavinga. Hizo uno de esos partidos que cambian el signo de una temporada para un jugador que se debate entre la titularidad y la suplencia. Y más después de la bochornosa actitud de Tchouameni en la prórroga. A Camavinga, que aún sale de una importante lesión de rodilla, le aguantaron las piernas hasta el minuto 105. Un prodigio físico y de exuberancia en el juego cuando actuó en la media, en el puesto del cinco, sin fallos, robando una y otra vez, pero también jugando en el lateral zurdo, donde siguió siendo de los mejores del equipo. Pocos futbolistas pueden ser tan solventes a la vez en dos posiciones tan diferentes y en un partido tan complicado. Se ha ganado el derecho a contar más en los encuentros de más escaparate.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.