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El Madrid salió a disputar el derbi con el inconveniente de la baja de Vinicius y Carletto optó por Brahim como sustituto. Tiene todo el sentido, ya que entre Joselu y el malagueño, es el propio Brahim el que tiene más afinidad con Vini en relación a no variar mucho el plan de partido. Y la cosa no pudo tener mejor resultado para los blancos. Brahim hizo el primer gol del encuentro, pero la cosa no se queda únicamente ahí. Su temporada es de convencimiento y esperanzadora. Su fútbol es diferente, de calle, repleto de habilidad y fantasía, pero también de eficacia. Además, es constante. No es el típico futbolista de apariciones puntuales donde muestra su talento para, posteriormente, desaparecer un rato. Es regular en las acciones y, sobre todo, extraordinariamente trabajador en las labores sin balón. Aquí hay futbolista aprovechable para muchas temporadas en Chamartín.

El Madrid hizo mucho daño por la banda derecha a los del Cholo, que probó diferentes ajustes hasta que pudo defenderse con más solvencia. También sufrió mucho en acciones de juego aéreo, echando de menos a Rüdiger. En la segunda parte, el Atleti adelantó líneas y ocasionó que el partido se abriera y se jugara de forma trepidante en espacios grandes, donde el físico de algunos hombres del Madrid se empezó a imponer. Pero los de Ancelotti acabaron demasiado hundidos en los últimos minutos y desaprovecharon la ventaja, así como el tropiezo del Girona. Suma importancia, más si cabe, el partido del sábado que viene.