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Benítez instruye a Strand Larsen: “Bottom corner”

Pendiente de todo

Seguramente, Rafa Benítez (Madrid, 63 años) no sería Rafa Benítez si no fuera tan escrupuloso con los detalles. Su larga y exitosa trayectoria en los banquillos remite al máximo celo en el cuidado de todos los aspectos del juego tanto a nivel colectivo como individual. En Almería alcanzó su primera victoria como entrenador del Celta, en buena parte, por el trabajo previo que lleva liderando desde el verano. El balón parado abrió la puerta, la presión agrandó la ventaja y la utilización de los recursos finiquitó el triunfo cuando peor pintaban las cosas para su equipo. Que jugadores como Manu Sánchez, Swedberg ―el club quería que saliera cedido en verano, pero Benítez apostó por quedárselo― y Strand Larsen tuvieran un peso tan relevante es obra del entrenador. El 0-2 del delantero noruego, con ese disparo a la esquina inferior de la portería de Maximiano, no responde a la casualidad. Cuentan desde el vestuario que Benítez le insiste en que busque esa colocación en sus disparos. “Bottom corner”, le espeta. En Almería le vino de cine a Strand Larsen la indicación de su entrenador. Aun así, seguro que Benítez no acabó del todo contento del rendimiento de los suyos debido a desajustes entre los centrales y carrileros que aprovechó Luis Suárez y a la falta de contundencia para frenar a Ramazani (ocho regates completados). Se tuvo que ganar el partido dos veces, después de tirar por tierra un 0-2, y se necesitó del concurso de Swedberg para arreglarlo. También de Iago Aspas (cinco ocasiones creadas), con el que siempre se puede contar.

La exhibición

Por fin se desató la Real Sociedad este curso, aunque afeara su final de partido con tanta concesión al Granada. Muy pocos equipos son capaces de jugar tan bien como lo hacen los de Imanol con tanta vehemencia ofensiva y compromiso global. Su prestigio no es fortuito y requiere de jugadores idóneos para interpretar el fútbol de esa manera. Hamari Traoré (31 años) es uno de ellos. Su llegada ha reforzado el lateral derecho, donde Odriozola tendrá muy difícil hacerse hueco si el de Malí no baja sus prestaciones. Traoré estuvo inmenso ante el Granada en todos los frentes. Lo mismo firmaba una galopada hacia el ataque que corregía con ahínco atrás. Se entiende bien con Kubo al arrastrar rivales con sus desdoblamientos, está capacitado para ofrecerse por dentro y no parece cansarse nunca. Arriba se maneja con soltura (15 pases en el último tercio del campo), atrás gobierna con firmeza en la recuperación (seis de media por partido). Traoré atesora las condiciones para unirse a la estirpe de ídolos que abundan en la actual plantilla de la Real Sociedad.

Discutido

La gestión que ha hecho últimamente el Villarreal en la portería da para telenovela. Fue inentendible que Reina se quedara como primera espada en la segunda vuelta del curso pasado, pero lo parece incluso más que ahora sea Filip Jorgensen (21 años) el que ocupe ese rol. No se trata de cuestionar su condiciones, que las tiene y muchas. Sin embargo, su falta de experiencia no encaja con la seguridad que debe transmitir un portero de un equipo como el Villarreal, llamado siempre a hacer cosas importantes. Al pobrísimo ejercicio defensivo del bloque amarillo en este inicio de curso se ha añadido la inestabilidad que ofrece Jorgensen. Contra el Cádiz salió escaldado en los primeros goles por sus errores técnicos e indecisiones. En lo que se lleva de Liga le han tirado 20 veces y ha recibido ocho goles cuando la estadística avanzada asegura que no debería haber recibido ni seis. Por ahora, se sostiene como el portero titular de Setién, aunque está por ver cuánto aguantan ambos.