Bajonazo a dos meses del Mundial
Mal regreso de la Selección, que perdió ante Suiza porque jugó un primer tiempo completamente romo en ataque y porque, como suele, mostró debilidad en defensa. Suiza nos hizo sus dos goles en córners y dio algún que otro susto serio sin necesidad de hacer gran juego. Esto segundo es crónico, lo primero fue en cierto modo excepcional. Pedri, que tiene el interruptor que enciende el juego, jugó extrañamente mal y a eso se unió que los tres del ataque del primer tiempo, Ferran Torres, Asensio y Sarabia, estuvieron nulos. Asensio fue la sorpresa en la alineación de salida, en la que Luis Enrique le incluyó como delantero centro retrasado.
La Romareda reclamaba a Borja Iglesias y nada más empezar el segundo tiempo comenzaron a calentar Nico Williams, Borja Iglesias y Jeremy Pino, trío de reemplazantes para el ataque. Curiosamente, su presencia activó a los tres abstencionistas de arriba. Ferran Torres se fue por fin contra Steffen, un coladero porque es atacante puesto ahí de remiendo, se escapó varias veces y Sarabia buscó el remate por el otro lado. Pero lo grande lo hizo Asensio, una arrancada brusca plena de coraje y calidad en la que recorrió 30 metros hostigado por rivales hasta abrir a la izquierda, por donde Jordi Alba entró solo y marcó un golazo.
Todavía estaban repitiéndolo cuando regalamos el segundo gol. Entraron los tres nuevos delanteros justo cuando habían mejorado los anteriores y el equipo se fue hacia arriba. España atacó con ganas y desborde, sobre todo por el lado de Nico, pero le siguió faltando la brújula de Pedri, que acabó por ser sustituido. El final tuvo su emoción, pero los suizos alcanzaron la orilla. Un chasco. Ahora hay que ir a Braga a ganarle a Portugal para progresar en la Nations League, pero esta derrota tan cerca del Mundial preocupa sobre todo porque al equipo, con las excepciones de Gavi y Jordi Alba, y al propio Luis Enrique se les vio sin el brío que les caracteriza.