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Argentina, tirar abajo el avión

Las desgracias son como bolitas imantadas que se buscan sobre el plano de una mesa y siempre acaban encontrándose. Por eso, tras la derrota contra Arabia Saudí, muchos argentinos recordaron el desastre contra Camerún en el Mundial-90. Entonces Argentina venía de ser campeona cuatro años antes y la dirigía el tremendo Carlos Bilardo. Tras el partido les soltó esta frase lapidaria a los jugadores: “Ya está. Ahora nos tenemos que clasificar. Si no nos clasificamos, en el vuelo de vuelta, hago caer el avión con todos nosotros arriba”. Yo no entiendo mucho de Argentina nación, pero por cómo les veo gozar y sufrir cada Mundial creo que la frase les define como aficionados. Y tampoco entiendo demasiado de Argentina selección, pero coincido con lo que escribió hace unos días Daniel Arcucci: a Scaloni no le hace falta tirar ningún avión para que este grupo salga adelante.

Me vuelve loco un vídeo que circula desde hace unos días por Twitter. Empieza con la cámara recorriendo la fachada de unos apartamentos en Doha, las ventanas están cubiertas por banderas argentinas. Y más que banderas son trapos, porque son banderas del fútbol. Todas las telas son albicelestes y en una se lee Junín 77, en otra aparece Messi inclinado frente al revolucionario Sol de Mayo y más allá se ve a Maradona besando la Copa del Mundo. Y entonces, justo cuando te estás poniendo tierno, el montaje salta, comienza a sonar la música loca del Potro Rodrigo y se ve a unos chicos asando pollos sobre un carrito de supermercado. ¿No hay parrillas? Inventamos otra cosa. Improvisamos y salimos a flote. Veo el vídeo y veo la historia de Argentina en los Mundiales. También en este.

Rebobino. ¿A Scaloni no le hace falta tirar ningún avión? Estoy convencido de que no, pero quizá necesite pegarle un par de volantazos al trasto. Moverlo. Contra los árabes, a Argentina le pesó verse por debajo en el marcador después de 26 partidos sin conocer la derrota. Hubo un bloqueo ahí. Un vértigo. De repente no había suelo bajo los pies, como si Bilardo hubiera cumplido finalmente sus amenazas, y muchos no supieron resolverlo. Para salir de esas, para acompañar bien a un Messi que ya solo aparece en contadas gotas geniales, hacen falta futbolistas en plenitud. ¿Lo está el ‘Cuti’ Romero? ¿Lo están De Paul o el Papu? Igual es hora de cambiar la parrilla por lo más útil que tengas a mano.