Ancelotti: ¿Por qué no hablar de renovación?
Entre los principales logros del Ancelotti entrenador destacan el ser el único que ha ganado las cinco grandes ligas y ser también el único que ha levantado cuatro Champions. En el club blanco ha aprovechado el tiempo. Tanto, que está a dos títulos de igualar los 11 de Zidane y ponerse cerca de los 14 que conquistó Miguel Muñoz en casi década y media en el banquillo.
Hablamos de una leyenda de este deporte en general y del Madrid en particular. Pero si en cualquier otro club esas credenciales bastarían para trabajar con cierta tranquilidad, la exigencia de la entidad más laureada de la historia provoca verdaderos terremotos a poco que vengan mal dadas. A Ancelotti ni siquiera le ha servido haber ganado la pasada temporada Liga y Champions con la misma plantilla con la que Zidane se despidió por carta y sin títulos cosechados. Tampoco haber ganado Supercopa de Europa y Mundialito en esta, y tener Copa y Champions a tiro con un equipo mermado con respecto a aquel del doblete, con el cambio de Casemiro por Tchouameni y un año más en las piernas para los Modric, Kroos y Benzema.
Ancelotti no abandonó el gesto serio tras la heroicidad conseguida en el Camp Nou. Quizá fue la manera que tuvo de reivindicarse ante las informaciones que ya hablan de los sustitutos que hay en cartera para su puesto. Quizá lo que él se merece es que, en lugar de hablarse de su continuidad, se hable de su renovación. Nadie mejor que él para dirigir a esta plantilla en clara transición. Nadie se merece más que él tener la oportunidad de dirigir a ese flamante Madrid que viene con Mbappé y puede que Haaland jugando en el futuro e idílico Nuevo Bernabéu.