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Ancelotti da a Bellingham estrellas de general

Ancelotti empieza a mostrar sus cartas. Si ante el Milan empezó con la media titular y la defensa y la delantera suplentes, ante el United sacó un equipo con visos de titular haciendo salvedad de Lunin, que está jugando (y ayer muy bien) por la reciente luna de miel de Courtois. Por delante se colocaron Carvajal, Rüdiger, Alaba y Fran García en defensa, Modric, Tchouameni y Camavinga en la media, Bellingham de jefe de todo en la media punta y Rodrygo y Vinicius arriba. Suena a equipo, de gala, con algún reparo: no estaban ni Kroos ni Valverde. En la media imagino alternancia entre Modric y Kroos. Y Tchouameni aún tiene que mejorar.

El que ya no acepta reparos es Camavinga, que se ha soltado y es un recuperador sensacional además de manejar muy bien la pelota. Fran García, un lateral de constante ir y venir (el Rayo siempre mandaba por su zona) le ha liberado de su papel de correturnos en el lateral izquierdo, y en la media se siente feliz y ya plenamente integrado. Tiene una recuperación con arrastre sobre la cadera y extensión de la pierna que recuerda la de Neeskens, al que aquella suerte hizo célebre. Ahora falta que Tchouameni levante definitivamente (ya va jugando mejor) para que Ancelotti pueda disponer de una media abundosa en estrategias y fortalezas.

En lo que sí repitió Ancelotti con respecto al Milan fue en el papel de Bellingham, entre media y delantera, como foco para activar el ataque. Desde el primer día le ha puesto estrellas de general y el equipo lo asume así, le busca, se le ofrece, confía en su juego. Ayer se adornó con un golazo, un gran pase largo de Rüdiger que bajó con el pie izquierdo y picó con el derecho por encima de Onana, que quedó desairado. Un golazo, como lo sería más tarde el de Joselu, en espectacular chilena. Este Madrid se está dibujando sin ‘nueve’, pero si un día conviene utilizar esa baza él está disponible. Buen partido, en fin, con una armonía que llama la atención.