Ancelotti cierra el círculo
Don Carlo. Hay que hacerle un monumento a este mago de los banquillos nacido en Reggiolo hace 62 años. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Pues con el italiano están siendo inmejorables. Con esta Copa del Rey ganada a un bravísimo Osasuna en un ambiente maravilloso en La Cartuja, Carletto ha cerrado el círculo ganando en apenas 15 meses y 21 días los seis títulos posibles. Lo ha ganado TODO. Y sin darse importancia. Con la humildad de los grandes y la sabiduría de los hombres que saben liderar los grupos desde la templanza y el poder de seducción, sin imponer nada ni saltarse los semáforos en rojo. Ancelotti tiene contrato hasta 2024 y ojalá lo tuviera hasta 2034. Larga vida a Carletto en el Real Madrid.
El héroe de la Copa. Y si Ancelotti ha cerrado su círculo virtuoso lo mismo hizo Rodrygo con esta Copa que jamás olvidará. El brasileño abrió la senda de la conquista con un golazo en Cáceres, en el estadio Príncipe Felipe. Y anoche completó su Copa coronándose precisamente ante Felipe VI, que ahora es el Rey y asistió desde el palco a la exhibición goleadora del menino de oro. Rodrygo, aliado con un Vinicius imperial y tridimensional que destrozó a la zaga navarra con dos jugadores para la hemeroteca a las que puso brillo su amigo Rodrygo con dos remates letales. Samba para disfrute de los 20.000 vikingos que poblaban la zona madridista. Vaya par de genios con botas.
Aficiones unidas. La Copa es diferente a todo. Cierto que la Champions y la Liga son palabras mayores, pero la fiesta que rodea durante el día al partido que corona al campeón de España me parece insuperable. Desde que me subí al AVE desde Atocha rumbo a Sevilla me encontré a un montón de hinchas de Osasuna que me dieron su respeto y su cariño. Muchos me repetían la misma pregunta: “Roncero, dejadnos hoy ganar, que tenéis muchas”. Yo se lo expliqué desde el cariño ante un rival más que digno: “Si una bolita de cristal me dijese que la 15 la ganamos seguro claro que me haría el loco, pero un título es un título y ganando hoy a Osasuna empezamos a ganar al City de Guardiola y Haaland”. Ellos asentían con un respeto que valoro mucho. Los navarros son gente buena y noble. Y de Osasuna eran Zoco y Pachín, dos de mis veteranos favoritos hasta que el destino se los llevó para siempre. Y no olvido a Serena, autor del golazo que nos ayudó a ganar la sexta Copa e Europa ante el Partizán en Bruselas en 1966. Osasuna ha disfrutado de nuestros Castañeda, Merino, Corrales, Valdo, Soldado o Juanfran, incluso Camacho, que les salvó del descenso un año desde el banquillo. Los rojillos son buena gente.
La profecía. Un buen amigo que sabe latín de la vida del Real Madrid, explicaba hoy con una profecía lo que podría ocurrir a partir de ahora, utilizando como base de datos lo ocurrido en el desenlace de la temporada 2013-14... con Ancelotti en el banquillo del Bernabéu. En ese curso el Madrid acabó tercero en Liga (por detrás de Atleti y Barca...). Curiosamente, los blancos tumbaron en semifinales a un equipo entrenado por Guardiola (0-4 en Múnich), mientras que se ganaba la Copa en Mestalla a costa del Barça de Messi, Neymar y Luis Suárez. Muchas coincidencias que me hacen ser muy optimista para el doble duelo brutal con el City de los jeque-dólares. Si las coincidencias no existen porque sí, creo que la historia se va a repetir. Tremendo.
A por el City. Y ahora, con los deberes hechos, vamos a por el City con la mochila de la ilusión llena de ganas de volver a hacer Historia. Papá, otro título más. Disfrútalo allá arriba.