Ancelotti, ahora más que nunca
El Madrid lo tenía complicado. La temporada está siendo extenuante y su realidad es la que es. La del Camp Nou, por ejemplo, fue la segunda alineación de más edad (29 años y 168 días) de toda la historia de los Clásicos. Y las piernas, después del esfuerzo ante el Liverpool, dan para lo que dan. A pesar de todo rozó la proeza. No hubo Liga por milímetros, los que Asensio estaba en fuera de juego cuando marcó el 1-2 anulado. Cuando termine la temporada será momento de sacar conclusiones, pero ya es hora de ahorrar esfuerzos y centrarse en dos retos apasionantes, remontar en Copa y ganar la Champions.
Impecable estuvo también Ancelotti, tocando a rebato con sus cambios en el momento justo. Primero quitó a Kroos para dar entrada a Rodrygo. Luego, metió a Ceballos y Asensio por Camavinga y Valverde. Se la jugó desde el 75′ y estuvo a punto de salirle cara. Ante una gran decepción es inevitable que se mire al banquillo. Ancelotti conoce el oficio y lo sabe.
Pero pase lo que pase en Copa y en Champions la temporada está hecha. Y el doblete conseguido el ejercicio pasado fue histórico. Lo hizo con una plantilla a la que se daba por muerta en el último año de Zidane. El italiano se ha ganado el derecho a seguir. ¿Quién habría mejor que él para dirigir a un Madrid en clara transición, con vacas sagradas en delicada situación y jóvenes aún por hacer? Nadie. Y es vital mantener la nave a flote hasta que llegue Haaland o Mbappé.