Almeyda no ponía a Mantalos
Esta semana todos, y yo me incluyo, hemos elogiado cuán decisiva fue su elección...

Ahora que está de moda Matías Almeyda, y con razón, es un buen momento para contar cuánto nos desesperó, a mí y al narrador José Sanchis, durante una eliminatoria previa de la Champions League en 2023 entre el AEK de Atenas y el Amberes. El Pelado venía de llevar a su equipo a ganar el primer doblete desde 1978. Lo había conseguido, además, en su primera temporada en Grecia, en un entorno que desconocía por completo tras haber realizado toda su carrera previa como entrenador en América: primero en Argentina, más tarde en México y después en Estados Unidos. Tampoco como futbolista había militado en ningún club heleno. Tenía, pues, un mérito indudable.
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Pero en aquella ronda de play off, la última antes de la fase final de la Copa de Europa y que el AEK acabó perdiendo, lo que percibimos como un conservadurismo exagerado ante un adversario que no era demasiado potente —pese a haber ganado contra pronóstico la liga belga— nos frustró. Y, sobre todo, nos desesperó un detalle: el talentoso media punta Mantalos era suplente. Esa decisión de Almeyda era controvertida tanto en lo puramente deportivo como en lo sentimental. Porque Petros Mantalos, que aun no jugando demasiado en aquella época en su equipo era titular con la selección griega de Gustavo Poyet, era un símbolo del club: había llegado en 2014 cuando la entidad se encontraba en segunda división tras haber sufrido graves problemas financieros, y él, que ya era un futbolista consolidado de primera, había decidido descender una categoría para firmar por el AEK. Desde entonces, y pese a haber sufrido varias lesiones graves, se había convertido en un pilar, contribuyendo a levantar la Copa en 2016 y la Liga en 2018 (con el también exsevillista Manolo Jiménez en el banquillo), la primera desde 1994. La temporada antes de la llegada de Almeyda, había sido el máximo asistente del campeonato. Pero el argentino lo veía más como revulsivo, y de los treinta encuentros de liga de la exitosa campaña 22-23 sólo le dio la titularidad en seis. El domingo me hizo gracia acordarme de esto. Esta semana todos, y yo me incluyo, hemos elogiado cuán decisiva fue su elección de centrocampistas físicos para anular al Barça. El fútbol, los contextos, las expectativas. Esta vez nadie se preguntó por qué no ponía a un Mantalos.
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