Alcaraz devora el tiempo
Todo comenzó en los dieciseisavos de final del US Open 2021, el 3 de septiembre, cuando un jovencísimo Carlos Alcaraz, de 18 años y tres meses, entonces número 55 del ranking ATP, se cruzaba con el número tres del mundo, Stefanos Tsitsipas. El pronóstico apuntaba a una derrota del español ante uno de los favoritos al título, pero el partido se enrevesó, se alargó hasta el quinto set, a más de cuatro horas, y Alcaraz logró su primera gran victoria ante el enfervorizado público de la Arthur Ashe. Ningún jugador de la edad de Carlitos, ni siquiera Rafa Nadal o Roger Federer o Novak Djokovic, había ganado nunca a un top-5 en un Grand Slam. El murciano presentaba su candidatura al futuro en una gran plaza.
Sólo un año, nueve meses y tres días después, Alcaraz volvía a toparse con Tsitsipas en un Slam, pero la historia ha cambiado bastante en tan corto espacio de tiempo. A mejor. Charly ya es el número uno del mundo, el dominador de la temporada de tierra. Y Stefanos, a pesar de que sigue entre las mejores raquetas, quinto de la ATP, no ha conseguido ganarle jamás. El balance es de 5-0 a favor de Alcaraz, que le tiene cogida la medida y comida la moral. Su triunfo de este martes en cuartos de final de Roland Garros entraba dentro de los pronósticos, pero nadie hubiera imaginado un resultado tan rotundo: 6-2, 6-1 y 7-6, en dos horas y 12 minutos. Y pudo ser peor para el griego, que salvó cinco bolas de cierre y forzó el tie-break en el tercero. Carlitos hizo, durante muchos lances, su partido más perfecto como profesional.
Ahora mismo, el español es un huracán disparado hacia la Copa de Mosqueteros. El viernes, en semifinales, encarará un más difícil todavía, el duelo más esperado de esta edición, la final anticipada, contra Novak Djokovic. En el único enfrentamiento de su vida, en el Masters 1.000 de Madrid de 2022, también sobre tierra, ganó Carlos Alcaraz. El fenómeno que devora el tiempo.