Albania llega viva y se plantea cambios
Un sueño que sigue intacto. Albania está participando en su segunda Eurocopa. En la primera, la de 2016, acabó tercera de grupo al ganarle a Rumanía y sumar tres puntos. En aquella ocasión, esa puntuación y su diferencia de goles de -2 no le permitieron acceder a octavos. Así que ahora peleará por lograrlo por primera vez en su historia. Es evidente que no lo tendrá fácil: España, aún reservando a la mayoría de titulares, debería ser muy superior. Pero el espíritu combativo del conjunto dirigido por Sylvinho ya le ha permitido poner en serias dificultades a Italia –sólo perdieron por 2-1 y tuvieron una ocasión al final para empatar– y a Croacia –con la que firmaron un 2-2 que incluso pudo ser mejor–. Se trata de una Albania con algo más de talento en ataque que la de hace ocho años: futbolistas como Bajrami, Asllani, Asani o Broja le dan un nivel técnico que la generación de entonces no poseía.
Puede ser el día de Balliu. El lateral del Rayo, nacido en la localidad gerundense de Caldes de Malavella, puede representar a Albania debido a los orígenes de su familia paterna. Aún no ha debutado en la presente Eurocopa, pero las actuaciones de su competidor directo por el puesto de lateral derecho, Elseid Hysaj, hacen pensar en una posible modificación. Ocurre que el jugador de la Lazio es una institución en el país: por currículum –ha jugado también en el Nápoles– y porque es de los pocos que ha estado en las dos Eurocopas. Pero la realidad es que ha cometido errores de bulto que han costado goles.
Hoxha, el revulsivo. Albania ha acusado psicológicamente los goles encajados. En sus dos partidos empezó ganando, y en ambos, al recibir el empate, concedió también un segundo tanto a los pocos minutos. Frente a Croacia parecía, pues, que se repetiría la historia y que se iría de vacío, pero Sylvinho introdujo al extremo del Dinamo de Zagreb Hoxha y éste cambió la dinámica del juego. Firmó tres acciones fantásticas y una de ellas acabó con empate de Gjasula. Su inclusión en la selección es una novedad de este 2024: había representado a Kosovo llegando a disputar tres encuentros amistosos con la absoluta, pero el pasado mes de marzo decidió aceptar la propuesta de la federación albanesa y la FIFA permitió el movimiento al no haber participado en compromisos de competición oficial. Su capacidad para eliminar rivales en conducción es, junto a los centros a banda cambiada del zurdo Asani, una de las principales armas ofensivas del conjunto balcánico.
Broja o Manaj, la gran duda en ataque. Con el permiso del central del Atalanta Djimsiti –que lidera la zaga y es prácticamente infranqueable en el juego aéreo– o del centrocampista del Inter Asllani –que no goza de muchos minutos en su club–, el jugador más importante de la selección albanesa es el delantero Broja. Pero a Sylvinho se le plantea un dilema: apostar por él pese a que ha tenido una temporada discreta tanto en el Chelsea como en su posterior cesión al Fulham o confiar en un Manaj que ha anotado dieciocho goles en la liga turca con el Sivasspor. Ante Italia optó por Broja, que no brilló. Frente a Croacia apostó por Manaj, que tampoco causó un gran impacto. Por características, la potencia al espacio del futbolista del Chelsea parece idónea para un contexto de puro contragolpe como el que se espera contra España. El que queda fuera de la ecuación es Daku, sancionado por la UEFA.
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