Alaba se ha cogido vacaciones

Ancelotti, que es un maestro en el manejo del vestuario, lleva un par de ruedas de prensa mandando mensajes más o menos directos a una plantilla que da la sensación de que se está ahorrando demasiados esfuerzos desde el inicio de temporada. Ante el RB Leipzig la cosa salió cruz y hubo demasiados futbolistas muy lejos del nivel y de la intensidad que requería el rival y el escenario. Especialmente despistado desde el arranque de temporada parece Alaba. El austríaco se marcó una primera temporada excepcional, convirtiéndose en uno de los líderes del vestuario, pero su segundo año está resultando, de momento, bastante gris.

Físicamente no parece en su mejor momento y sus dudas en defensa están penalizando en demasiadas ocasiones al equipo. Tampoco le están ayudando demasiado las rotaciones y los cambios constantes de posición. Alaba ha perdido parte de la alegría contagiosa y el exultante vigor que demostró casi desde el primer día que se puso la camiseta del Real Madrid. Su inacción en el último gol del Leipzig fue impropia de un futbolista de su categoría. No es cuestión de culpar al austríaco de una derrota que se veía venir y que el Madrid mereció, es cuestión de que uno de los futbolistas fetiche de la histórica Champions del año pasado vuelva a su nivel, porque Ancelotti y el vestuario le necesitan. Alaba tiene que recuperar la sonrisa para volver a ser indiscutible e insustituible en la defensa del Madrid.