Alaba anula la machada
El Almería soñó gracias al maquiavélico plan de Rubi. El técnico de Vilasar de Mar hizo de su problema con la media decena de fichas una de sus principales armas. Cambió su casi inamovible 1-4-1-4-1 para actuar hasta con cuatro centrales. Kaiky y Chumi pararon a Vinícius, sobre todo, durante el primer acto, provocando el dibujo que Ramazani jugase con mayor libertad en el frente de ataque, liberado de las obligaciones defensivas de la banda.
El belga le quitó los focos a Sadiq, realizando una actuación para el recuerdo. Adelantó a los suyos e hizo soñar con puntuar ante el campeón de Europa con un Almería que sacó un once muy similar al que logró el ascenso hace dos meses y medio. Un once neófito en el que sólo Akieme, con una participación testimonial, y Ely, habían jugado previamente en la máxima categoría.
La entrada de Alaba impuso la lógica y borró de un plumazo todas las ilusiones almerienses. La permanencia ocupará ahora el verdadero objetivo de un Almería que a pesar de su gran actuación debe reforzarse. Aunque el mejor fichaje sería la continuidad de Ramazani.