Al Dawsari, Kanno y cracks extranjeros
Segunda participación por el mismo título. La pandemia y el Mundial de Qatar hicieron que la resolución de los cruces de la zona Oeste de la Champions League de Asia de 2022 se fuera aplazando (un equipo del Oeste sólo se puede enfrentar a uno del Este en la final; en todas las rondas previas se mide a los equipos de su zona). De este modo, cuando tocó elegir a un representante asiático para este Mundial de Clubes, el Este ya tenía a su finalista esperando (Urawa Red Diamonds, al que dirigió durante todo ese camino el técnico español Ricardo Rodríguez), mientras que en el Oeste aún estaban pendientes sus cuatro cruces de octavos. A la confederación asiática se le planteó un dilema, visto que no podía acabar la Champions a tiempo: ¿mandar a Urawa al Mundial pese a no ser aún campeón? Decidió que el que ganara esta Champions iría al próximo Mundial de Clubes, y que a éste volvería a enviar al Al Hilal, campeón de la Champions de 2021. Así que ese mismo título le ha valido al equipo de Riad para acudir a dos Mundiales distintos: al actual y al del año pasado, en el que acabó cuarto (goleó sl Al Jazira 6-1 y luego cayó en semifinales ante el Chelsea por un digno 1-0).
El mejor club de Asia. Si en la ronda anterior el Real Madrid se midió al considerado como club más grande de África, en la final hará lo propio ante el que más títulos internacionales ha logrado de la Confederación Asiática. El Al Hilal ha ganado el máximo torneo continental en cuatro ocasiones: 1991, 2000, 2019 y 2021. Además, jugó otras cuatro finales. Aunque su vecino Al Nassr se ha llevado todos los titulares por haber fichado a Cristiano Ronaldo, no hay duda de que el Al Hilal es el club más importante del fútbol saudí.
Un entrenador ilustre. El argentino Ramón Díaz, campeón de la Copa Libertadores con River Plate en 1996, dirige al Al Hilal por segunda vez desde febrero de 2022 (la otra fue entre 2016 y 2018). Sustituyó al portugués Leonardo Jardim, que pese a ganar la Champions de 2021 no acabó de cumplir su contrato con el gigante de Riad.
Sufrimiento y sorpresa. Al Hilal llega a la final del Mundial de Clubes tras superar con apuros las dos rondas anteriores. Ante el Wydad de Casablanca, perdía 1-0 y forzó la prórroga con un gol de Kanno de penalti en el 94′ y resistió con diez hasta imponerse en la tanda. Ante el Flamengo hizo saltar la banca: le pitaron dos penaltis a favor en la primera mitad y disfrutó de ventaja numérica desde antes del descanso por la expulsión de Gerson, gestionando bien su ventaja.
Mezcla entre saudíes y extranjeros. A diferencia del Al Ahly, el Al Hilal sí tiene un contingente de extranjeros que aportan experiencia y hacen subir la media de calidad del equipo. Casi todos en la zona de ataque: Ighalo, Vietto, Marega, Carrillo… y el medio centro Cuéllar, que es el que da el equilibrio. Ramon Díaz los alineó a todos juntos ante el Flamengo porque tenía la baja por sanción del saudí Kanno, que ya brilló en el Mundial y que trabaja mucho en el doble pivote. Increíblemente fue el peruano Carrillo, extremo durante casi toda su carrera, el que ocupó su puesto. A priori sería él el que se volvería a caer del once ante el Madrid. Pero si hablamos de jugadores locales que se dieron a conocer en la cita de Qatar, sin duda Salem Al Dawsari es el más importante. Juega de extremo izquierdo a pie cambiado, tiene calidad para asociarse y asumió la responsabilidad en los dos penaltis ante el Flamengo por encima de los extranjeros. Convirtió los dos.