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La imagen del rostro concentrado de Rüdiger bajo el sobaco de Haaland se ha convertido en meme y circula las redes para representar todo tipo de situaciones: susto, sorpresa, miedo, acoso… El marcaje del alemán al noruego puede pasar a la historia si se repite el resultado en Mánchester, porque dejar dos partidos consecutivos sin hacer gol al rubio vikingo sería toda una proeza. La misión del agente Rüdiger se aventuraba casi imposible, más si cabe con las dudas que había transmitido a lo largo de su primera temporada en el Madrid. Se lo tomó con ganas, pegándose a él en unas ocasiones como un luchador de sumo y en otras como un pilier de rugby a punto de iniciar una melé.

Real Madrid and Manchester City lead the way
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Rüdiger y Haaland, en el Bernabéu.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Aunque a veces pudiera parecer algo extravagante su método, a Haaland se lo vio incómodo y por momentos atribulado, como si no esperase ese tipo de acometidas y manoseos. Sentir en el cogote la presencia de un armario que te abraza debe ser una sensación muy incómoda. Por supuesto que hubo ayudas para frustrar al mejor delantero de nuestros días, sobre todo de Alaba, pero el miércoles en el Etihad las miradas estarán de nuevo puestas en Antonio. Si el Madrid se mete en la final será porque Haaland no ha podido sacar su ametralladora y entonces, el agente Rüdiger pasará a llamarse, definitivamente, Don Antonio.