Africanos, no... ni Salah ni Achraf

Desbandada. En las temporadas con Copa de África, que es una cada dos, hay una desbandada general de africanos de los grandes clubes europeos. Regresen por un momento al verano. El Barça se deshizo de Abde y Kessié; el City, de Mahrez; el Bayern, de Mané; el Inter, de Onana; el Ajax vendió a Kudus; el Villarreal, a Chukwueze... No es casualidad. Los mejores jugadores de aquel continente se van estos días a la Copa de África dejando huérfanos a técnicos, compañeros, hinchas y ligas. Mejor enmendarlo antes que lamentarse hoy que arranca.

Y Asia. Es llamativo que en plena guerra de calendarios entre ligas y FIFA, estando ya metidos en 2024, el campeonato continental de selecciones de África se dispute cada dos años y en invierno, con las ligas y las copas en marcha. Pasa lo mismo cada cuatro en Asia, por cierto, al menos en las ediciones celebradas en el Golfo Pérsico, que en realidad son casi todas. El argumento, el mismo que con el Mundial de Qatar, es que hace tanto calor que allí no se pueden jugar en otra época. La que paga la fiesta, en cualquier caso, es Europa.

Estrellas. En África cada vez hay mejores futbolistas y están mejor adaptados a la élite. Por eso extraña tanto que Klopp deba hacer piruetas este mes para suplir a Salah —máximo goleador de la Premier—, que Luis Enrique se quede sin Achraf —el socio preferido de Mbappé—, que el United tenga que fletar un avión privado a Onana para que juegue mañana contra el Tottenham y 24 horas después a 8.000 kilómetros contra Guinea... Todo un absurdo.

Visibilidad. La FIFA ha decidido crear una plataforma mediante la que anunciar, a tiempo real, los clubes que no cumplen las normativas internacionales de transferencia y, por lo tanto, no pueden inscribir jugadores. De momento, hay cuatro equipos españoles: Santa Teresa, El Ejido 2012, San Roque de Lepe y Real Unión son parte de dicha lista negra. ¿Se atreverá Infantino a airearlo con los grandes si incumplen las normas?

Hoy descubrimos a… Abbosek Fayzullaev (2003). Diestro, aunque generalmente partiendo desde la izquierda, es la última gran estrella de Uzbekistán junto al defensa Khusanov (Lens) y por lo tanto la gran atracción de los uzbecos en el debut hoy en la Copa de Asia ante Siria. Ha llegado al fútbol europeo recientemente, en concreto al CSKA, y no está desentonando. Extremo de calidad, puede jugar en ambas bandas y es desequilibrante. Jugador a seguir.

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