Acostumbrarse a la vida sin Benzema

Como Karim Benzema es francés, y yo también lo soy, me voy a permitir una referencia literaria de nuestro país. Escribió Alphonse de Lamartine, famoso autor del siglo XIX, algo que solemos usar a menudo en la vida cotidiana: “Un solo ser nos falta y todo está despoblado”. Maravillosa frase llena de poesía que parece vigente en muchas situaciones. Repasando los números del delantero y capitán madridista, viendo su influencia en el juego en todos los encuentros y recordando particularmente el último gol del Madrid (con los toques sublimes de Karim) podemos pensar que es el caso. Saber que no está Benzema da escalofríos a cualquier madridista honesto (¡cómo han cambiado los tiempos!), pero debemos acostumbrarnos a esta nueva realidad.

Tenemos que confiar en Carlo Ancelotti y en su capacidad de repoblar lo que la ausencia del jugador galo ha despoblado. Porque esto va a pasar cada vez más. Desde que ha vuelto a la selección francesa ya no se beneficia de los largos tiempos de descanso que tuvo durante cinco años y los que mandan en el club son conscientes de ello. Estos días “tranquilos” en Valdebebas prevenían la fatiga muscular que provoca hoy su baja en Getafe y evitaban en cierta medida las posteriores lesiones. Cada uno tendrá su opinión sobre cuál es la mejor opción para ocupar el puesto de Benzema. La mía está clara: Rodrygo.