A la sombra de Pantera Rodríguez
En Vilaxoan una escultura de bronce de Pantera Rodríguez preside la alameda, frente a la ría de Arousa. Fue el último gran campeón nacional de los pesados. Cuando en el Bar El Puerto la televisión anunció que tampoco esta vez jugaría Dani Olmo, uno de los clientes habituales, girando la mirada hacia la estatua del héroe del orgullo local, comentó ladeando la boina: “Alguén merece unhas hostias. Nin Olmo nin Jundoján”. Estuve por añadir el nombre de Nico Willians a la ecuación, pero me contuve. Como no había comida oficial de directivas, precisamente por el fallido abordaje filibustero del Barça para fichar al extremo del Athletic, me invitaron unos peñistas bilbainos que veranean en las Rías Baixas.
En el descanso, con empate a uno, las chanzas sabían más a txakolí que a Albariño. “No te quejes, Xabi, los dos goles los marcó el Athletic”-bromeó Juantxo. Pero donde las dan las toman. Tras los dos avisos del Lewandowski en la reanudación, no falló a la tercera el Jinete Polaco. No me pude contener. “Juantxo, bebe algo, que es la pausa de hidratación”. A diferencia del partido, cuando Gil Manzano pitó el final no hubo tangana.
Mientras envío este artículo apurado pedimos a Rosana en As Eiras lo habitual, productos de la ría, unas fuentes de esos bichos con tenazas para despedir el verano y celebrar el liderato liguero. Mejor festejarlo ahora, mientras podamos.