A Chipre en busca del primer puesto

España visita Chipre a los 25 años de uno de los partidos más notables de su historia, la derrota por 3-2 que supuso el definitivo derrumbe de Clemente. Veníamos de caer en la fase de grupos del Mundial Francia-98, lo que dejó el crédito del seleccionador bajo mínimos. Hasta José María García y Marca, sus dos grandes valedores, le habían dado la espalda. Su estilo desafiante le había convertido casi en un problema público, incluso la a la sazón ministra de Cultura y Deportes, Esperanza Aguirre, pidió su dimisión. Él quiso resistir e inició la fase de clasificación para la Eurocopa-2000 con esa visita a Chipre, saldada con una derrota que le liquidó definitivamente.

El que quiera detalles los puede encontrar en el estupendo reportaje que publicó ayer Joaquín Maroto en este periódico. Si lo traigo yo también a colación es porque el suceso fue una muestra más de que no hay enemigo pequeño. Aquel equipo estaba formado en mayoría por aficionados que vivían de otros oficios, y nos ganaron. Hoy regresamos allí con la clasificación ya conseguida, pero interesa ganar para salir campeones del grupo, no sólo para presumir de ello, que no sería poco, sino para llegar al sorteo en mejor posición. La Eurocopa es dura, más que el Mundial, porque no hay peritas en dulce, así que conviene acudir a ella con las mayores garantías.

Así lo piensa Luis de la Fuente, que anuncia que tanto en este partido como en el del domingo en Valladolid ante Georgia va a ir con lo mejor que tenga. Parece finiquitada aquella triste costumbre de convertir estas ventanas de doble partido de la Selección en un desfile de jugadores para que nadie se quede sin jugar. De la Fuente está en la idea de consolidar un equipo, que, por supuesto, no es de 11, ninguno lo es ya, sino de 16 ó 18, pero con un macizo de ‘titularísimos’ y un grupo próximo a estos en importancia, con plaza en la alineación de salida muchas veces y otras como reemplazantes sobre la marcha cuando lo impongan las necesidades del partido.