El desconocido legado de Abramovich
La era Roman Abramovich ha llegado a su fin. Todd Boehly será el nuevo dueño del Chelsea. Cosas de la vida, la marcha definitiva de Abramovich del club de Londres casi coincide con el día de mayor gloria de su Chelsea: la conquista de su primera Champions en 2012. Nadie podía adivinar que el adiós definitivo de Abramovich de la entidad a la que hizo grande con dos ‘Orejonas’ en 2012 y 2021 sería por la puerta de atrás, diez años después del ‘Maracanazo’ en Múnich. Él construyó ese equipo y él sigue siendo el único que logró descifrar la fórmula mágica para ganar la Champions a base de mucha pasta y algunas buenas decisiones. Los clubes-estado (PSG y Manchester City) aún siguen despilfarrando dinero sin lograrla y si algún día lo hacen, nunca serán los pioneros. Ese lugar en la historia está reservado para Abramovich. Lo logró sólo ocho años después de ‘enamorarse’ de la Champions viendo un hat-trick espectacular de Ronaldo ‘El Fenómeno’ en Old Trafford. Ese día D decidió invertir en fútbol y se puso como objetivo la Champions. La logró dos veces. ¡Qué le quiten lo bailao! Y no fue una tercera por ese maldito resbalón de Terry.
Un resbalón como el que ha empañado lo que iba a ser el gran año del oligarca ruso. Su Chelsea campeón del mundo por primera vez, vigente ganador de la Champions y con la final de la presente edición prevista en San Petersburgo, su ciudad natal. Pero su mundo ideal se desmoronó por la invasión de Ucrania que precipitó su salida ipso facto de Stamford Bridge, de Londres y del mundo del fútbol. Un varapalo que empaña sus dos grandes legados en el Chelsea. Uno son sus 5 Premier; 5 FA Cup, 3 Copas de la Liga, 2 Community Shield, 2 Champions, 2 Europa League, 1 Supercopa de Europa, 1 Mundial de Clubes. El balance a favor de Abramovich es de 21 títulos por 11 títulos, antes de su llegada. Pero son una nimiedad en comparación con otro de sus logros: la academia de Cobham y su inmensa cantera, envidia de Europa.
Cobham es una herencia muy poco conocida pero quizás la de mayor calado. La inversión en el centro de entrenamiento del Chelsea y cuna de su prolífica cantera. El lugar de crecimiento de una de las calderas de jugadores más importante del mundo, casi por encima de la del Real Madrid, Ajax, Barcelona, Benfica... Como muestra es que el Chelsea ha ganados dos veces la Youth League y otras tantas ha sido finalista. Cobham es una fuente inagotable de talento: Mason Mount, Reece James, Declan Rice, Tomori, Loftus-Cheek, Tammy Abraham, Boga, Hudson-Odoi, Conor Gallagher, Nketiah, Trevoh Chalobah, Lamptey, Ola Aina, Marc Guéhi, Armando Broja, Livramento, Anjorin... El pilar para mantener viable el club. Un ejemplo más de que no todo su éxito fue fichar a base de talonario.
Ahora llega el momento del consorcio Boehly-Clearlake que tienen un reto enorme por delante. Estar a la altura de Abramovich no será fácil. Tendrán que tomar decisiones. Qué hacer con Marina Granovskaia, mano derecha de Abramovich y líder en la sombra. Y seguir mimando a otra de las joyas de la corona del club: el equipo femenino, uno de los mejores del mundo gracias al ruso. Suerte Boehly. Y adiós Abramovich, te echaremos de menos.