Claves de la final
La experiencia y el rival. Una nueva final de Champions para el Real Madrid, una nueva final para una generación de futbolistas muy laureados en esta competición. Algunos de ellos pueden ganar su quinto entorchado europeo, una auténtica locura. Los blancos se enfrentan al Liverpool de Klopp, un equipo arrollador, intenso, vertical y muy dinámico, pero que ofrece resquicios por los cuales meterse dentro del partido y poder hacerles daño.
La primera clave será para el Madrid tratar de bajarle las pulsaciones al ritmo de juego. Esto se debe hacer a través del balón, una circulación precisa, sin errores en zonas conflictivas y girando el juego muy rápido, ya que la presión de los ingleses bascula mucho. No interesa un partido abierto, de ida y vuelta, a pesar que el Madrid tiene en Vinicius y Benzema dos armas muy poderosas en partidos rotos. Pienso que el Liverpool se maneja todavía mejor dentro del caos. Es el equipo más peligroso de Europa contrarrestando y en balones muertos, segundas jugadas, rechaces y demás. Hacen peligro donde parece que no lo hay porque se activan como nadie ante las pérdidas, cualquier despeje que se quede corto y jugadas similares. No necesitan elaborar demasiado. De hecho, les gusta alternar la tenencia para atraer con balones directos a la espalda de la línea defensiva, no tanto para hacer daño en el primer envío, sino para hundirte la defensa y en esa segunda jugada matarte. Por esto es un rival que exige más concentración que otros, ya que a veces, no ves venir el peligro llega desde zonas lejanas y en lo que pasa inmediatamente después.
Una amenaza encubierta. Sobre estos envíos de los que hablo, mención especial para Alexander-Arnold. Su altura en el campo te hace pensar que desde ahí no te va a hacer daño y que no requiere demasiada atención, pero es todo lo contrario. De hecho, Karim debería estar orientado hacia ese costado cuando el equipo esté posicionado en bloque medio o bajo, provocando que progresen por la izquierda, donde hay menos amenaza de balones profundos. También Thiago es fundamental en este aspecto para los reds, veremos si puede participar en el encuentro.
Cara a cara en los costados. Otro aspecto a vigilar son los duelos individuales en las bandas. Luis Díaz y Salah son excelentes en conducción, juntan rivales y encuentran a los compañeros que cortan en diagonal desde el lado contrario. Fundamentales las ayudas de los extremos y de los jugadores interiores. Si el Madrid es capaz de presionar alto, ordenado y agresivo en muchos tramos, puede tener premio. En la primera línea, quitando Arnold, no son excesivamente finos, pero sí sienten que lo son, cometiendo algún que otro error en salida que puede ser muy aprovechable. El choque de Vila-real es un ejemplo. Igual que la espalda de los laterales en las transiciones, sumado al riesgo que asume la línea defensiva clavándose en cualquier altura para forzar el fuera de juego. Tienen mucha confianza en esta situación, pero hay mucho riesgo en ella. Muy aprovechable.
La baza de Vinicius. Y hay una zona que Ancelotti debe machacar, que es la del duelo Alexander-Arnold contra Vinicius. El inglés, seguramente el mejor lateral ofensivo de la Champions, sufre muchísimo en los duelos defensivos. No tiene buena posición defensiva, no es agresivo y no tapa bien los centros. Ahí el Madrid debe aprovechar. Estos son algunos de los aspectos a nivel táctico que pueden ser claves. A todo esto, hay que sumar la gestión de lo emocional, los posibles errores, la experiencia y los momentos de inspiración de los futbolistas de gran calidad que habrá en París.