Ansu, en la 'familia Luis Enrique'
La lista de 25 que Luis Enrique recitó este lunes desde el Museo de la Selección confirma que el bloque para el Mundial está definido. Los cuatro partidos de Nations League, ese gran invento que se ha cargado amistosos infumables, no van a ser un terreno de pruebas, sino de confirmaciones. El Mundial está aquí al lado y, más allá de jugadores con problemas físicos como Oyarzabal (de más gravedad), Pedri, Gayá o Gerard, el bloque está hecho. Unai Simón ya asoma como portero indiscutible ante la desaparición de De Gea. El resto del equipo ya se parece mucho al que ilusionó en la Eurocopa y la F4 de la Nations el pasado mes de octubre. Las posiciones están dobladas casi de manera aritmética. Un listado de jugadores que, salvo ciertos intocables, es de un nivel tan equilibrado que permitirá cambios constantes y sorpresas en las alineaciones como las que dio Luis Enrique en la Eurocopa. Busquets ejerce de líder; la generación campeona Sub-21 en Israel en 2013 ha acabado por tener protagonismo y está en madurez (Carvajal, Íñigo, Thiago, Koke, Sarabia, Morata) y aprietan los olímpicos (Olmo, Pau, Eric, Soler) y los niños (Gavi)
La única concesión de Luis Enrique, que también intenta rescatar a Marcos Asensio, siempre es bueno tener a un futbolista con su cañón, es Ansu Fati. Con apenas 540 minutos esta temporada y dos lesiones musculares muy serias, la última terrible en el tendón proximal del bíceps femoral izquierdo, nadie tiene realmente claro que el de Bissau pueda llegar al cien por cien a Qatar por más que todavía queden seis meses. Dos temporadas sin continuidad en la élite es mucho, pero nadie puede negar que es un jugador con estrella y que ilumina la cara de Luis Enrique, que en cuanto pudo lo llevó y lo hizo debutar, primero en Alemania y luego en aquel partido contra Ucrania en el que anunció el nacimiento de una estrella. Lo que queda claro de Luis Enrique, que ya lo tuvo en la anterior concentracion en Las Rozas saludando a la expedición, es que quiere ver cómo está Ansu y hacerle partícipe del camino hacia Qatar. En el fondo, la convocatoria es, sobre todo, un estímulo brutal para un jugador que ha pasado malos meses y que necesita un subidón que, visto cómo está el Barça, sólo pueda darle ahora la Selección.