¿Qué era eso de que perder tenía consecuencias? El Barça se ha ido de LaLiga con una desgana lamentable. Después de asegurar la segunda plaza virtualmente en el campo del Betis, se ha tirado a la bartola de mala manera. Cada jugador ha empezado a mirar por lo suyo; y eso de las normas de Xavi, la familia, la convivencia y lo de ir en la misma dirección se ha quedado para otro momento. Muy censurable.

El Barça va a terminar la temporada subido en un avión rumbo a Australia, donde juega un amistoso este miércoles. Decía Zubizarreta algo así como que los aeropuertos son buenos lugares para mantener conversaciones interesantes e incluso para que haya brillantes ocurrencias. El Barça tiene los aeropuertos y más de 40 horas avión para repensarse con vistas a la próxima temporada. Necesita, como dijo este domingo el mismo Alves, una reflexión profunda.

La gente despidió al Barça con unos pitos merecidísimos que, de hecho, han llegado demasiado tarde porque la condescendencia con este equipo,que ha sido un fantasma desde el partido del Eintracht, demandaba más protesta social. Desde el 0-4 en el Bernabéu, que efectivamente fue "ciencia-ficción", el Barça se ha ido por la alcantarilla. Xavi llegó con fuerza, pero el final de Europa League y Liga del equipo ha sido desalentador. Y aunque todo el mundo lo vea como un entrenador de proyecto, sabe que le queda la bala de la temporada que viene, en la que se van a exigir títulos. Porque hasta lo que sabemos por su presidente, perder en el Barça tiene consecuencias.