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Te queremos, Marcelo.- Los casi 53.000 aficionados que desafiaron el calor sofocante de Madrid sabían que no iban a ver un torrente de fútbol y de intensidad. A una semana de la final de París no tocaba. Por eso, se tomó todo con serenidad, asumiendo que el simulacro de asalto a la 14 era solo eso, un simulacro. Lo importante es que no hubo un solo lesionado y que la grada pudo despedirse de una leyenda del club, Marcelo, y de un jugador que durante años dejó su sello con ese fútbol de magia e inventiva que nos hizo a todos un poco iscómanos. Marcelo llegó a Madrid de la mano de Mijatovic y de Carlos Bucero en enero de 2007 siendo un crío de 18 años por un precio irrisorio (5,5 millones de euros). Quince años después se ha convertido en el único futbolista de la historia del Real Madrid con 24 títulos, por encima de Paco Gento. Y el 25º puede llegar en París. El Bernabéu se esperó al final para corear su nombre y darle un último abrazo. El llamado jugador número 12, la afición, se abrazó al otro número 12 que durante años ha surcado la banda izquierda del Paseo de La Castellana con un guante en su bota izquierda, maquinando jugadas de fantasía y acciones que jamás olvidaremos. Marcelo siempre será uno de los nuestros. 'Obrigado' por todo, campeón.

El Betis.- A los verdiblancos hay que darles su mérito. No solo por el temporadón que han hecho (campeones de Copa y puesto asegurado en la Europa League) sino por su facilidad para minimizar al Madrid cuando los blancos son los anfitriones. Con este 0-0, los verdiblancos llevan ya cinco años sin encajar un gol en feudo madridista. El último se lo metió Sergio Ramos, el 12 de marzo de 2017. Desde entonces, ya sea en el Bernabéu o en el Di Stéfano, no ha habido manera de celebrar un gol jugando como locales. No debe de haber precedentes similares con ningún otro equipo.

La Séptima.- En un día como hoy de 1998, 20 de mayo, el gran Pedja Mijatovic metió en Ámsterdam el gol que cerró una herida de 32 años sin ganar la Copa de Europa (desde la conquistada con el Madrid de los Ye-Yés al Partizán en Bruselas). Un golazo a la lustrosa Juventus de Zidane, Del Piero, Davids, Deschamps o Inzaghi. De hecho, desde la Séptima han llegado seis más, hasta ese 13 que puede mutar a 14 dentro de una semana en París. En esas últimas hubo un porterazo de la cantera nacido también un 20 de mayo, Iker Casillas, que fue titular en la Octava (precisamente en la capital de la Torre Eiffel ante el Valencia), decisivo en la Novena con sus paradas al Bayer Leverkusen y titular en la Décima, con su famoso beso a Ramos para agradecerle el gol salvador que dejó en segundo plano su pifia en el 0-1...

Precedente feliz.- Hablando de la Séptima, hay un dato que puede ayudar a ser optimista de cara al Madrid-Liverpool de Saint Denis. Antes de aquella final con la Juve, el Madrid despidió la Liga también en viernes en el Bernabéu. Y también ante el Betis. Era el Día de San Isidro y el campo estaba embarrado por la lluvia. Pues ganó el Madrid por 1-0, gol de Mijatovic desde fuera del área. Fue premonitorio. Cinco días después, Pedja metió el gol que cambió la historia del club. En París le toca ese papel en el Olimpo a Karim Benzema.

Afición ‘confiante’.- El Bernabéu recibió al equipo con una pancarta con la Torre Eiffel y una leyenda: “El Rey de Europa siempre vuelve”. La hinchada solo quiere pensar en su viaje a París y en regresar con la 14. Lo malo es que antes hay una espinosa escala con el tema Mbappé. A ver qué dice hoy...