La diferencia real entre el City y el Madrid
El Manchester City es mejor equipo que el Real Madrid. Es una realidad que ni la distancia mínima del resultado puede rebatir ahora mismo. Pase lo que pase en el Bernabéu, es así. La vena de inmortal del equipo blanco y los golpes geniales de Vinicius y Benzema suavizaron la superioridad local ante un adversario que atacó a la perfección y se dejó buena parte de su ventaja por tiros al aire en defensa. Guardiola desmenuzó el partido como solo él sabe. La insistencia en la salida en corto con Ederson para estirar al Madrid o la posición de Zinchenko que condicionó a Valverde y dio aire a De Bruyne son toques de autor que asfaltaron el camino ofensivo de su equipo. Al otro lado, un Madrid timorato, con el bloque muy largo y frágil en los duelos y segundas jugadas. Perdió el sitio en el campo, incapaz de ordenarse para defender a los interiores del City en ese espacio entre lateral y central, incapaz de proteger la espalda de Modric y Valverde, incapaz de asegurar el área en una noche de feria de Militao, Alaba y Nacho después. Quizá hubiera convenido al Madrid vivir más cerca de Courtois, pero se deshizo en una semipresión que careció de toda lógica. Visto lo visto, hubo una gran diferencia entre el City y el Madrid que no se sustentó por unos y otros.
El City jugó de memoria y no se demoró en mostrar su convencimiento ofensivo. La movilidad de Gabriel Jesus despistó a los centrales, De Bruyne y Bernardo Silva desfilaron con su habitual clarividencia en zona de tres cuartos y Mahrez y Foden abrieron el campo y encararon el área. El Madrid no tuvo escudo, huérfano de Casemiro, roto esta vez por la falta de un cuarto centrocampista que cerrara los pasillos interiores y ayudara en las coberturas en los costados. Kroos fue quien lo sufrió. Realmente se vio en el City un equipo magnífico en ataque. Sin embargo, toda la autoridad con la que se manejó con el balón contrastó con sus regalos defensivos. Hasta en eso fue mejor que el Madrid, porque los de Ancelotti fueron un desastre todavía mayor atrás, pero a Benzema o Vinicius no se les puede conceder ni un milímetro... Son las caras del milagro continuo del Madrid, peor equipo que otros, pero al que nadie mata. Al menos, del todo. La vida nunca es fácil si el Madrid está enfrente.
Ocupar los espacios de peligro
De Bruyne se mete entre líneas a la espalda de Valverde y Carvajal sale de zona, lo que permite el desmarque de ruptura de Foden. Las posiciones intermedias de los jugadores del City fueron un quebradero de cabeza continuo para los de Ancelotti.