El Madrid limpió el borrón del Clásico

Ancelotti dio por fin negativo y voló a Londres, donde pudo disfrutar un partidazo de su equipo, que presentó candidatura al título. Por primera vez en este curso he visto al Madrid con cara de aspirante serio. Le veía por detrás de varios, más aún después de las flaquezas de los últimos partidos (el Clásico, Vigo), pero tras ganar con tal autoridad en el terreno del campeón vigente hay que considerarlo cuando menos como un ‘primus inter pares’. Europa le sienta bien, no hay duda, y además tiene dos cartas ganadoras: el portero y el delantero centro. En las áreas, donde se concreta lo que se elabora por todo el campo, el Madrid tiene dos jugadores superiores.

Benzema me admira cada día más. Después de tanto tiempo a la sombra de Cristiano limitándose a ofrecer pinceladas de calidad sin entusiasmo, ha roto en un delantero pleno, que elabora y decide, al tiempo que en líder creíble, sin alharacas, con ejemplo y mando. Ayer repitió ‘hat-trick’. Y como ante el PSG, uno de los goles (esta vez el tercero, aquella el primero) se lo robó al meta. Mendy, Donnarumma, Karius, Ulreich… Ya hay un club de porteros damnificados por la astucia de este jugador, que cada mes juega mejor que el anterior. Anoche, antes de robarle la cartera, le había colocado a Mendy dos cabezazos dignos del mejor especialista.

Después de unos días de dudas (desde el partido de París, digamos), de indefinición de la idea táctica, Ancelotti ha recuperado su fórmula: esperar y salir a toda velocidad. Es algo muy a contraestilo de la historia del Madrid, pero apropiado a esta plantilla de centrocampistas poco vigorosos para mantener una presión alta y con delanteros velocísimos, ayer Vinicius, Benzema y Valverde, que mejoró a Rodrygo y Asensio, ese par de ‘pechofríos’. Aún queda la vuelta, el Chelsea es el campeón, pero este 1-3 es lo que en el mundo del toro se llamaría media estocada en el hoyo de las agujas. Debe bastar. El Madrid ha limpiado el borrón del Clásico.