Otro monstruo vino a ver al Chelsea, que el sábado pasado sufrió una goleada ante el Brentford y que revivió sus peores pesadillas solo cuatro días después ante el Madrid, en la Champions League. Los planes de Thomas Tuchel se torcieron desde el principio, cuando a la defensa blue se le abrió una hemorragia por el costado izquierdo.

El entrenador alemán dio un vuelco a su esquema tradicional y mandó a la banda izquierda a Azpilicueta, que jugó en el lugar de Marcos Alonso. Con el cambio, Tuchel buscó proteger a su equipo, pero acabó desguarnecido por la banda de Christensen, al que Vinicius superó en los dos primeros goles del equipo blanco.

Así las cosas, Tuchel pecó de intervencionista. También a la vuelta del descanso, cuando dio entrada a Kovacic y, justo después, Benzema anotó el tercero del Madrid. Ya para entonces, el Chelsea estaba completamente descompuesto y ni las voces de su entrenador lograban sacarle del desconcierto.

"Siempre pienso demasiado" reconocía Pep Guardiola esta misma semana, y algo parecido podría decir Tuchel sobre esta noche, en la que su equipo naufragó en Stamford Bridge. Otra mala noticia para la afición del Chelsea, que está viviendo sus horas más infelices después de conquistar la Liga de Campeones hace diez meses…