No los aparenta, pero Jude Bellingham tiene solo 18 añitos. Está bien recordarlo a veces, ya que su manera de ejercer como líder indiscutible de este Borussia Dortmund recuerda a la de jugadores como Mats Hummels o Marco Reus, ambos por encima de los 30. Cuando el BVB tiende a derrumbarse, algo que lleva ocurriendo prácticamente durante toda la temporada, ahí está el jovenzuelo inglés para tirar de su equipo. No importa que sea con el balón en los pies, conduciéndolo de forma incomparable de área a área, o echándole broncas descomunales a sus compañeros, la mayoría mayores que él, cuando no está satisfecho con su manera de hacerle llegar el cuero. Bellingham es puro carácter, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

De ahí que se haya convertido en ídolo absoluto de su afición cerca de dos años después de dejar el Birmingham con 17 primaveras para unirse a los borussen. Sin embargo, en el vestuario del Borussia no siempre andan contentos con el desparpajo del británico. Al lateral Schulz, por ejemplo, le dedicó las siguientes palabras hace poco: "No sabes jugar un puto pase, ¡eres una puta mierda! Cada maldito pase lo mismo". También se encaró con Witsel cuando el veterano belga intentaba explicarle matices tácticos durante el descanso del reciente empate a uno ante el Augsburgo. Rose, su entrenador, trata de explicar las salidas de tono con la dureza del idioma inglés. Sabe de la importancia de Bellingham para el Dortmund. De su fútbol y de la madurez que le irán dando los años al teenager de moda.