Una ración de derbis

El fin de semana pasado aglutinó una intensa agenda deportiva, que dificultó incluso su seguimiento con varios frentes abiertos en paralelo. Tuvimos el arranque de la Fórmula 1, el Clásico de fútbol Real Madrid-Barça, el segundo gran premio de MotoGP, la Milán-San Remo, la resolución de Indian Wells, los Mundiales de atletismo indoor, el VI Naciones de rugby, la Indy en Texas, las Finales de esquí alpino, los Hispanos en la Golden League... A lo largo del año nos topamos con sábados y domingos así de concentrados. Es muy bueno que exista una oferta amplia. Pero quizá no tanto que unos eventos, inevitablemente, quiten el foco a otros. Sólo una semana después, resulta que la programación deportiva ha bajado varios escalones. La F1 se erige como el bocado más apetitoso, junto a partidos internacionales de fútbol, la Volta a Catalunya, el cinturón de Kiko Martínez, las primeras rondas de Miami, el Match-Play de golf, la Copa del Rey de balonmano, la Copa de la Reina de basket... Siempre hay un canal para elegir, pero el atractivo es evidentemente menor que entonces.

Seguramente no tiene solución. Cada federación internacional o cada organizador mira sus propios intereses y se dirige a sus nichos particulares, sin pensar en la competencia de otros deportes. El hecho de que la Fórmula 1 y MotoGP coincidan en nueve fines de semanas es buena prueba de ello. Hay algunos, pocos, que sí lo hacen. La ACB es un ejemplo. La fecha de sus Clásicos nunca está puesta al azar en el calendario, siempre busca un hueco donde pueda tener más repercusión mediática, y normalmente suele caer alguno en las Fiestas Navideñas. Este fin de semana, sin LaLiga de fútbol en escena, se ha inventado 'la jornada de los derbis', con duelos regionales o tradicionales. Podrá gustar más o menos, pero es un buen intento de realzar el producto, en las fechas más adecuadas.