La liberación definitiva del Atleti
Tiene equipo, entrenador y experiencia competitiva. Lo extraño era que no terminaran de asomar todas estas virtudes a lo largo de la temporada. El Atleti se sacó el partido que necesitaba en Old Trafford para tumbar a un Manchester United cuya deriva no acaba nunca. Le vino bien el descontrol inicial, entusiasmó su verticalidad y recuperó para la causa a muchos nombres propios. Fue una victoria con más significado del que se pueda pensar.
El Atlético se hizo grande en las transiciones a través de Griezmann y João Félix. La pareja atacante estuvo más que lúcida y desnudó a Varane y Maguire tanto en las recepciones interiores como en sus caídas a los costados. Estuvieron bien activados por De Paul, puro nervio, en un contexto que promovió sus cualidades, escoltado esta vez por un gran Koke. El capitán tuteló como pudo la parcela ancha mientras que la agresividad del argentino daba un salto ofensivo. Con un juego vertical y profundo, el Atleti aceleró para poner contra las cuerdas al precario sistema defensivo del United. No solo fueron Griezmann y João Félix. A ellos se sumaron las continuas llegadas de los jugadores de segunda línea. Como la de Lodi en el gol, infinitamente mejor jugador cuando se aleja de su área y se aproxima a la contraria.
El Atleti también ganó porque se reconcilió con su seguridad defensiva. Hubo errores en alguna vigilancia en el sector derecho del ataque del United, donde Dalot llegó muy suelto y los desmarques a la espalda de Lodi comprometieron a la zaga pese a las buenas lecturas de Reinildo. La movilidad entre líneas de Cristiano, que no tuvo el auxilio de un Bruno Fernandes negado, también le complicó de inicio. Pero fue un espejismo. Con la ventaja en el marcador, el Atleti y su 1-5-4-1 con Griezmann en estado monumental en el trabajo defensivo fue un muro imposible de sortear para un United de nula creatividad en la medular. Pogba tampoco mejoró nada. El Atlético resistió sin verse agobiado. Y cuando lo estuvo reapareció Oblak, que no estaba durante toda la temporada. Fue la redención final del portero y del Atlético, de viaje todavía por Europa.
La conexión posicional
Griezmann y João Félix se ofrecen a la misma altura para recibir por dentro. Sus apoyos activan la jugada. Primero deja de cara el francés y el portugués estira; después rompe al espacio Griezmann. Extraordinarios ambos en el gol de Lodi.