Al Madrid nadie le baja de la rutina victoriosa en la que se ha vuelto a instalar. El desenlace en Mallorca fue el de casi siempre, con Vinicius y Benzema como bandera, sacando esta vez a Courtois de la ecuación al no verse exigido. A base de calidad y fervor competitivo liquidó a un Mallorca que, en todo caso, no mereció un castigo de tal contundencia. Todo empezó por Valverde, siempre dispuesto a dar la lata al rival en la presión. El balón que le arrebató a Baba resultó el origen del triunfo. A efectos contables, su participación e influencia en el partido fueron determinantes, pero no es menos cierto que nunca terminó de pesar en el juego.
La interpretación que tocaba
La recuperación de Valverde en el gol de Vinicius procede de una gran lectura posicional del uruguayo. Al ver la buena colocación del Madrid, decide saltar sobre Baba. No había gran peligro a su espalda.