Será más fácil para el Atleti alistando a gente como Giménez
Nadie mejor que Giménez para reconocer el error que cometió al dirigirse a la grada. El uruguayo escenificó el nerviosismo que se vive en el vestuario al encarar los partidos. Pero a mí dame siempre un jugador con la actitud de Josema, que tras una semana aislado en casa fue el primero en alistarse ante las necesidades del equipo. No queda otra de aquí a final de temporada que la de alistar en vez de alinear. Se presentan en principio 16 batallas y los rojiblancos no pueden repetir esa imagen permisiva y sin ambición del partido ante el Levante.
Porque lo más preocupante fue que, a pesar de un once donde la meritocracia aparecía, en la delantera con Cunha y Correa, acompañados de los Savic, Giménez, Kondogbia, Rodrigo de Paul, Llorente, Reinildo y compañía, el lenguaje corporal del equipo fue preocupante. La dinámica es peligrosa, pero la falta de identificación con lo que ves puede ser mortal. No ayudó el apartado táctico al repartir las obligaciones arriba, ya que la línea de tres defensas levantinistas campó a sus anchas y muy cómoda para sacar la pelota desde atrás. Siempre llegando tarde y en inferioridad, los rojiblancos no fueron capaces de adueñarse del campo ni de la pelota, y se transmite una desconexión impropia de un equipo de Simeone. Dudas, duelos perdidos, desconfianza, 34 goles en contra son muestras claras de que, en los 33 partidos oficiales, excepto alguna pincelada, faltó identificación con la filosofía choliana.
Es obvio que existen argumentos para la decepción y el abandono del barco cholista (los menos). Después de lo que llevamos viendo esta temporada, quizás sea más cuestión de fe, capacidad y confianza los que seguimos en el barco. Para ello será importante volver al camino de la pasión, de la solidaridad y del acierto táctico de todos los protagonistas, algo mucho más fácil alistando a gente como Giménez para las 16 batallas —como mínimo— que nos quedan. Los resultados perduran, las palabras se las lleva el viento, chavales.